Vida y muerte

VIDA Y MUERTE
La tanatología como disciplina de la vida
en equilibrio

La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no
existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo.
Epicuro de Samos (341 AC-270 AC) Filósofo griego.

Nacer es empezar a morir.
Francisco de Quevedo, Los sueños

La muerte no existe. Lo que existe es la vida. Llamamos muerte a la conclusión de lavida. Existen, eso sí, los cadáveres, como remanente de la entidad material que sostuvo la vida. Pero la masa de materia orgánica que constituye el cuerpo no tiene vida per se. Hasta ahora no hemos podido, combinando réplicas exactas de las sustancias que integran un ser vivo, reproducir la vida. No debemos confundir ese cadáver con la muerte, menos el esqueleto del mismo, porque la muerte es unproceso que comienza en el nacimiento, corre a lo largo de la vida y tiene un final relativamente rápido, no es un objeto o un ser.

Los griegos distinguían dos operadores de la muerte: Tánatos, que ocasionaba la muerte natural, y las Keres, sus hermanas, amantes de la sangre, especializadas en la muerte violenta y presentes siempre en los campos de batalla.

Tánatos era hijo de la noche (Nix, ladestructiva) y hermano gemelo de Hipnos, el sueño. La noche tenía más hijos, casi todos siniestros, malignos personajes sanguinarios. La única excepción era el Afecto Amoroso, que ocupaba su lugar entre la vejez y el engaño. En el arte, Tánatos era representado como un hombre joven con barba que llevaba una mariposa, una corona o una antorcha invertida en sus manos. A veces presenta dos alas y unaespada sujeta a su cinturón. Tánatos e Hipnos eran nietos de Caos.

Cada noche, los dos se ponía de acuerdo sobre cuál se ocupaba de cada humano. Se los consideraba muy rápidos e implacables.

Debemos recordar que en la sociedad en que esos mitos eran considerados verdad irrefutable, religión viva, se creía que durante el sueño el alma salía del cuerpo en forma de pájaro o ratón blanco y sino podía regresar al cuerpo acaecía la muerte. Temían, por otra parte, el encuentro en el mundo del sueño con seres agresivos con los que era necesario enfrascarse en luchas que se reflejaban en agotamiento al despertar y era peor aun encontrar el alma de un muerto, porque podía arrastrarnos con ella al Hades. Ciertamente, el Hades era un sitio umbroso, pero no de castigo; fueron nuestrosantecesores culturales cristianos los que lo convirtieron en infierno ardiente y punitivo.

Conviene apuntar lateralmente que apenas hace un año cambió la definición oficial y se concibe el infierno como una situación de estado de conciencia en que el difunto incapaz de amor a sí mismo, al prójimo y a Dios no da espacio para que Dios pose su amor divino en él y, entonces, experimenta una soledadinsufrible. El vocero vaticano informó a la comunidad cristiana que los infiernos llameantes eran una fantasía del vulgo totalmente errónea, porque según la última definición sería más bien un lugar gélido.

En contraste con esas visiones de la vida y de la muerte, tan estáticas y bien delimitadas, algunos pensadores actuales, al igual que el Iahvé que habla con Moisés (“Yo soy el que estoy siendo”),consideran que vivir es estar viviendo, o bien, ser es estar siendo. Un hecho dinámico en tiempo presente. Vivir no es haber vivido ni esperar vivir. Solo es efectivamente real cada instante, por lo que cada instante que se nos va mientras divagamos en el pasado o el futuro es una forma de muerte. Ante esa espantable impermanencia, nos consuela tener futuro.

Morir es dejar de estar viviendo, esperder el futuro. Morir también es instantáneo, como lo es vivir. Dice el poeta:

¡Qué sencilla es la muerte: qué sencilla,
pero qué injustamente arrebatada!
No sabe andar despacio, y acuchilla
cuando menos se espera su turbia cuchillada.

Miguel Hernández, Primera Elegía

Si uno cree en el más allá, cree realmente en una vida que persiste después de la muerte del cuerpo, ya sin el...