Virgen de guadalupe
Desde Pentecostés es Madre de la Iglesia. Y como tal cuida de la Iglesia y de su misión en los comienzos y en toda su historia. Para laevangelización, ella misma interviene con gestos celestiales que, siendo sencillos, tienen la fuerza y la gracia de su presencia. Generalmente este hecho queda localizado en un Santuario desde el cual María sigue obrando un raudal de gracias.
Y María, no estuvo ausente en la misión que a la Iglesia se le abría con el descubrimiento de América. Podemos ver el acontecimiento escrito por un indioculto, Valeriano, entre 1545 y 1550 en náthuatl, lengua indígena.
En el mes de diciembre de 1531, un indio de nombre Juan Diego iba camino del culto cristiano. Al llegar al cerrillo Tepeyac oyó cantar deliciosamente a un conjunto de pájaros. Se paró para escuchar y oyó que lo llamaban: "Juanito, pequeño Juan Diego".
Juan Diego subió al cerrito y se encontró con una Señora de presencia,hermosura y grandeza sobrenatural. La Señora se presentó y le dijo: "Sabe y ten entendido, tú el más pequeño de mis hijos, que yo soy la siempre Virgen santa María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive; del Creador en quien está todo, Señor del cielo y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija aquí un templo para, en él, mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa, pues yo soy supiadosa madre; a ti, a todos ustedes, los moradores de esta tierra y a los demás amadores míos que me amen, que invoquen y en mí confien, aquí oiré sus lamentos y remediaré todas sus miserias, penas y dolores.
"Y para realizar lo que mi clemencia pretende, ve al palacio del obispo de México y le dirás que yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo: Que aquí en el llano me edifique un templo.Le contarás puntualmente cuanto has visto y admirado, y lo que has oído. Ten por seguro que te lo agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás mucho que yo recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Mira que ya has oído mí mandato, hijo mío, el más pequeño; anda y pon todo tu esfuerzo".
Juan Diego se despidió de María y se presentó al obispo.El cual, después de escucharlo le dijo: "Otra vez vendrás, hijo mío, y te oiré despacio".
Juan Diego se volvió triste y sin resultado a la cumbre del cerrillo. Por segunda vez María se hizo presente. Y después de escucharlo le dijo: "Te mando que otra vez mañana, vayas a ver al obispo. Dile que yo, en persona, la siempre Virgen santa María, Madre de Dios, te envía".
Juan Diego se fue adescansar a su casa. Y al día siguiente, domingo, fue, escuchó misa y luego se hizo presente al Obispo.
El prelado le dijo que "era muy necesaria alguna señal para que pudiera creer que lo enviaba la misma Señora del cielo".
Juan Diego volvió a encontrarse por tercera vez con María. Y la Señora le dijo: "Está bien, hijito mío. Volverás aquí mañana para que lleves al obispo la señal que te ha pedido;con eso te creerá y acerca de esto ya no dudará, ni de ti sospechará; y sabe, hijito mío, que yo te pagaré tu cuidado y el trabajo y cansancio que por mí has hecho. Anda, vete ahora que mañana te aguardo aquí".
Juan Diego encontró gravemente enfermo a su tío Juan Bernardino. Por lo cual, al día siguiente quiso evitar encontrarse con la Señora, para buscar un sacerdote para su tío.
Pero...
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