Voto voluntario en Chile

Voto voluntario en Chile: riesgos, experiencias y necesidades de cara a la próxima
elección presidencial en nuestro país.
Trabajo Final Curso Opinión Pública y Democracia
Profesores: Andrés Scherman/Patricio Navia/ Carlos Peña
Por Gonzalo Núñez Muñoz (genunezm@gmail.com)
A pesar que desde las elecciones presidenciales de 1989, Chile contaba con uno de
los promedios más altos departicipación electoral en América Latina (Morales,
Cantillana y González, 2010), con un 94,7% de los inscritos para los comicios que
eligieron a Patricio Aylwin como Presidente de la República y 87,2% en las últimas
elecciones que dieron por ganador a Sebastián Piñera, la imposición del voto voluntario
ha instaurado un aire de incertidumbre sobre el nivel de participación que tendrá la
próxima elecciónpresidencial y por ende, el nivel de representación ciudadana con que
contará el próximo mandatario de la nación.
Lo anterior, toma fuerza si se consideran aquellas principales teorías relacionadas
con la desafección política por autores como Torcal (2001), quien considera que los
jóvenes de menor edad se marginan de participar en procesos de votación. Otro elemento
a rescatar en la teoría esel planteado por Lijphart (1997), quien considera al nivel
socioeconómico (NSE) como un factor decidor en la participación y por ende,
recomienda que el sistema electoral debe funcionar con voto obligatorio. Quizás igual de
relevantes que los elementos anteriores podrían resultar las discusiones sobre voto
voluntario/obligatorio que desarrollaron distintos autores nacionales como Valenzuela(2004); Huneeus (2004); Sierra (2007); Morales, Cantilla y González (2010); Morales
(2011); Matta (2009); Martínez, Santos y Elacqua (2012), entre otros, tanto antes de su
implementación como posterior a ella.

A la luz de lo analizado, parece necesario que el Estado chileno propicie y desarrolle
instancias que promuevan la participación y eviten lo ya ocurrido en las recientes
eleccionesmunicipales de 2012, donde el nivel de concurrencia sólo bordeó el 40% con
un total de participantes de 5.771.372 de personas (Servel, 2013).
Además, se debe considerar – con cierta precaución- como precedente el caso de
Venezuela, único país en América Latina que antes de Chile había abrazado la modalidad
del voto voluntario y que tras su implementación en medio de una latente crisisrepresentativa, vio caer la participación en unos 20 a 30 puntos porcentuales (Huneeus,
2004).
Para comenzar, diremos que hablar al mismo tiempo de inscripción automática y
voto voluntario sería un error. La teoría existente considera a la primera como un buen
mecanismo para evitar gastos personales y de logística asociados al registro de votantes y
además como un factor que podría, efectivamente,propiciar una mayor participación de
jóvenes, sobretodo ante el problema de nuestro país, relativo al envejecimiento del
padrón electoral y a la cada vez más baja inscripción voluntaria. En tanto, sobre la
naturaleza voluntaria del voto, se plantea que su característica potencial más negativa es
que podría elevar la abstención electoral a niveles comprometedores para una
democracia. En tanto,los defensores de esta voluntariedad, dirán que el voto es un
derecho en sí mismo y que bajo esta premisa, como todo derecho, su ejercicio debe
voluntario (Sierra, 2007).
También se plantea como argumento a favor que el voto voluntario concurre a
mejorar las agendas y el debate de los partidos o grandes conglomerados políticos, esto
ya que al desconocer los niveles de participación, se debendiseñar sendas estrategias para
captar a aquellos segmentos que cuentan con bajo interés y por ende, menor propensión a


 

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votar. Un efecto subyacente a esto, sería una creciente renovación y modernización
política (Martínez, Santos, Elacqua, 2012).
Quienes estaban a favor de este mecanismo para nuestro país, también sostenían que
un aumento notable en el padrón electoral...