WITTGENSTEIN

COMENTARIO A LA CONFERENCIA SOBRE ÉTICA DE LUDWIG WITTGENSTEIN
La Conferencia sobre ética de Ludwig Wittgenstein, escrita en 1930, es uno de los textos más importantes de la filosofía contemporánea. Escrito años después de la publicación del Tractatus lógico-philosophicus, la Conferencia sobre ética trata de aclarar ciertos puntos que habían quedado oscuros y podían malinterpretarse, como sehizo en el momento y en ocasiones sigue haciéndose. Veamos cuáles son estos puntos, esenciales del pensamiento de Wittgenstein, analizando la conferencia siempre con la mirada puesta en el Tractatus, telón de fondo del texto, y que consideraremos perteneciente al mismo sistema de pensamiento, esto es, redactado en la etapa del primer Wittgenstein[1].
El texto nace de la pregunta acerca de la éticay de su objeto, el bien. En la historia de la filosofía se han llenado gran cantidad de volúmenes con discursos acerca del bien, de las acciones correctas e incorrectas, de la virtud, o de la bondad. Todos estos discursos, como es evidente, se hacen desde el lenguaje, un lenguaje que se considera capaz de ascender al terreno de lo absoluto para describirnos qué es aquello que está en ese nivelsuperior al mundo contingente y arbitrario. Para entender, pues, lo que Wittgenstein opina respecto a la ética, busquemos la concepción que se sostiene en el Tractatus acerca del lenguaje, y su relación con el mundo: el lenguaje, que consta de proposiciones, no puede más que describir estados de cosas. Y es que toda proposición describe un estado de cosas, que es una cierta relación entre objetos delmundo. Qué sean estos objetos queda por determinar, lo único que sabemos es que son los elementos últimos de la realidad, aquellos objetos más simples. A la vez, el lenguaje es capaz de hablar sobre ellos y sus relaciones dado que el lenguaje está formado por nombres que están por esos objetos, y expresa las relaciones que en el mundo se dan entre ellos. Cualquier proposición que podamos concebirno es otra cosa que una combinación, más o menos compleja, de nombres que representan objetos, combinados de tal manera que reflejan (si son verdaderas) las relaciones entre dichos objetos. La simplicidad con que Wittgenstein afirma esta la podemos ver en los enunciados siguientes:
“La proposición es la descripción de un estado de cosas”[2], y “La totalidad de las proposiciones es ellenguaje”[3].
Pues bien, una vez comprendemos esta noción del lenguaje, nos topamos de frente con el problema de la ética: ¿es posible un discurso ético? En la medida en que la ética habla de lo bueno, en un sentido absoluto, parece que no. Alguien podría decir, sin embargo, que los enunciados acerca de lo bueno son legítimos en muchas ocasiones, cosa que Wittgenstein no niega. Simplemente, podemos traducirtales enunciados en enunciados de hecho, pues no son más que afirmaciones sobre lo bueno en sentido relativo. Claramente la ética no tratará de ese tipo de discurso, y lo que es aun más importante, de ningún enunciado o conjunto de enunciados de hecho se puede desprender ningún enunciado sobre el bien absoluto.
Hasta aquí intuimos la ética de forma negativa, esto es, como imposibilidad, pero¿podemos hablar de ella de manera positiva? Claramente no, pues cae fuera del espacio lógico, pero aun así Wittgenstein nos insinúa qué sea aquello que está fuera del espacio lógico: dada la descripción que hemos hecho del lenguaje, resulta obvio que no se puede hablar del objeto de la ética, ni puede pensarse, ni forma parte del mundo como conjunto de hechos. Sin embargo, algo podemos decir: la éticaes mística. Es este uno de los puntos más misteriosos y a la vez apasionantes y evocadores del pensamiento del primer Wittgenstein. El Tractatus se presenta como un libro prescriptivo, un programa que da las pautas acerca de la posibilidad del discurso, su naturaleza, y su relación con el mundo. En él, se delimitan de forma tajante dos ámbitos, el del discurso posible y el de aquello sobre lo...