Ángeles de Segunda Clase

ÁNGELES DE SEGUNDA CLASE

Fue un fracaso. En la gran pantalla, el público le dio la espalda aquel 20 de diciembre de 1946. Cuando se estrenó, la deliciosa fábula navideña de Frank Capra: “It´s aWonderfull Life” (“¡Qué bello es vivir!”), fue un fracaso de taquilla. Y hoy es un clásico de la historia del cine; y también cada Navidad.
A veces necesitamos el auxilio de un “ángel” para ver lo quees verdaderamente valioso, y que pasa desapercibido ante nuestros ojos porque no es evidente a primera vista.
Así le ocurrió al público, que precisó de la ayuda de la televisión para descubrir elvalor de este regalo cinematográfico. Las cadenas televisivas, al percatarse que la cinta de Capra estaba libre de derechos de autor por un error, programaron su emisión durante las décadassiguientes, una Navidad tras otra, hasta convertirla en todo el mundo en un “familiar” que, al volver a casa cada año por estas fechas, nos recuerda lo que significa para nuestro vivir cotidiano que Dios sehaya hecho historia humana en Belén. ¡Bendita oportunidad de negocio!
Así le sucedía también al protagonista de este cuento navideño cinematográfico, George Bailey (interpretado por James Stewart).Cegado por la desesperación que le causaban las deudas que asfixiaban su pequeño negocio familiar de préstamos, Bailey necesitaba en Nochebuena la ayuda de Clarence, un ángel “de segunda clase”, paradescubrir el valor del silencioso poder transformador del amor (hecho de renuncia personal y generosidad), capaz de hacer “wonderfull” la vida de las gentes de su ciudad, Bedford Falls.
Y quizá estomismo es lo que nos está ocurriendo con la Navidad. Que estamos precisando también del consejo de “un ángel de segunda clase” que nos ayude a mirar más allá de los rituales festivos evidentes que, añotras año, repetimos: adornos y luces hermosas que engalanan las calles, plazas y casas; comidas o cenas extraordinarias con la familia, los amigos o los compañeros; intercambio de felicitaciones y de...