Charles taylor
Rubén Benedicto Rodríguez
Universidad de Zaragoza
Abstract:
La filosofía de Taylor muestra que somos seres dialógicos porque nos convertimos en seres humanos
plenos por medio de la adquisición de ricos lenguajes de expresión humana. Esos lenguajes nos ayudan a
definirnos a nosotros mismos contra un trasfondo de lo que tiene importancia, aprendiendoa orientarnos
en el espacio moral a través de «redes de interlocución». Al definirnos a nosotros mismos nos orientamos
en la vida en un determinado sentido que representa un particular significado moral. Esa forma de
autorrealización sólo será «auténtica» cuando se atiendan las exigencias que emanan de nuestros relación
dialógica con los demás. De ahí deriva la necesidad del reconocimiento.Keywords:
Diálogo, reconocimiento, identidad.
Abstract:
Taylor's philosophy shows that we are dialogic beings in that we become whole human beings through
the acquisition of rich languages of human expression. These languages help us to define ourselves
against a background of what is important, where we learn to guide ourselves in moral space through
“webs of interlocution”. In definingourselves, we orientate our lives in a certain morally significant
way. Such a form of self-fulfillment can only be “authentic” when it meet the demands which arise from
our dialogue with others; hence the need for its acknowledgement.
Keywords:
Dialogue, recognition, identity.
El trabajo de Charles Taylor intenta ofrecer una comprensión de lo humano, un
bosquejo de nuestras capacidadeshumanas básicas que señalan aquellos rasgos de
nuestra identidad que mejor nos definen. Dentro de esa pretensión se incluye el carácter
dialógico que el filósofo atribuye al razonamiento. Esta tesis, cuyos antecedentes
pueden hallarse en Aristóteles, (Aristóteles, 1981, 49-50) implica que los sujetos nos
convertimos plenamente en seres humanos que actúan en el mundo, con una orientación
en élque configura nuestra identidad, a través «de ricos lenguajes de expresión
humana» (Taylor, 1991, 33). Esos lenguajes trazan el horizonte moral de lo que tiene
importancia, proporcionándonos las herramientas que nos ayudan a lograr una
autodefinición de nosotros mismos que exprese un significado dentro de ese horizonte.
De manera que la formación de la identidad consiste en ir orientándose enel espacio
moral a través de «redes de interlocución» (Taylor, 1989, 36) que utilizamos para
reflexionar sobre los bienes que ese espacio moral expresa.
En su sentido general esto significa que, con independencia del intercambio
comunicativo con otras personas, nadie está capacitado para alcanzar una autodefinición
propia que exprese algún significado reconocible. En un sentido másrestringido, esta
concepción de la razón es tan antigua como la filosofía y se asemeja al papel que
Sócrates asignaba a la mayéutica, al poder que reside en el diálogo para alcanzar una
mayor clarificación de los supuestos implícitos con los que damos forma a nuestra
identidad.
El primero de los sentidos, que destaca la influencia que ejerce lo social sobre la
construcción de nuestra identidad,pretende ser, en el caso de Taylor, no sólo una teoría
que alude a la génesis de la personalidad, sino a un rasgo de ésta al que debemos atender
sin que ello suponga una forma de dependencia o heteronomía. Sin embargo, frente a
esta concepción se erige la tesis según la cual la persona es sólo una forma de expresión
de la conciencia individual subjetiva. Si adoptamos este enfoque, la libertad secomprenderá de un modo autoreferencial o autodado, en cuyo caso es fácil confundirla
con la adopción de metas que excluyan cualquier referencia a intereses que superen la
propia satisfacción entendida en términos narcisistas o egocéntricos. Esto sucede, por
ejemplo, cuando el agente busca una forma digna de autorrealización en la que se
desechan las exigencias que emanan de las personas a las...
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