DEI VERBUM S NTESIS
DEI VERBUM
SOBRE LA DIVINA REVELACIÓN
Roma, en San Pedro, 18 de noviembre de 1965
Síntesis
El Concilio Vaticano II, inspirado en los Concilios Tridentino y Vaticano I, enuncia la Revelación Divina, su naturaleza y objeto, cómo se manifiesta, entre otras cosas. La principal revelación es la de Dios mismo y los eternos decretos de su voluntad acerca de la salvación de loshombres.
En primer lugar, nos muestra cómo Dios, en su sabiduría, quiso revelarse y darse a conocer a los hombres, por medio de su mayor mediador, Su hijo Jesucristo, y luego, con la venida de Espíritu Santo.
Desde el principio, Dios se reveló a nuestros primeros padres (comenzando con Abraham), y al ver que cayeron, les dio la esperanza de la salvación y de la redención de sus pecados.
Despuésque Dios habló muchas veces y de muchas maneras por los Profetas, envió a Su Hijo, a la Palabra de Vida Eterna, para que iluminara a todos los hombres y manifestara los secretos de Dios. Mediante palabras, obras, milagros y sobre todo con Su muerte y resurrección y finalmente con el envío del Espíritu Santo, completa la revelación y confirma con el testimonio divino que vive en Dios con nosotrospara librarnos de las tinieblas del pecado y de la muerte y resucitarnos a la vida eterna.
La Dei Verbum, nos dice que debemos recibir la revelación de Dios con fe, y para profesar esta fe necesitamos la gracia de Dios, mientras que el Espíritu Santo va perfeccionando nuestra fe por medio de sus dones.
Dios dispuso que todo lo que había sido revelado para la salvación de los hombres, permanecieraíntegro para siempre y fuera transmitido de generación en generación. Por ello Cristo Señor, eligió y envió a los Apóstoles a que predicaran a todos los hombres el Evangelio, comunicándoles los dones divinos. Por eso, al tener que mantener la predicación apostólica hasta el fin de los tiempos, los Apóstoles exhortan a los fieles a que conserven las tradiciones aprendidas de palabra o por escrito. Estatradición progresa en la Iglesia con la asistencia del Espíritu Santo. Por esta Tradición la Iglesia va conociendo la Sagrada Escritura más a fondo (que contienen las verdades reveladas por Dios, inspiradas por el Espíritu y escritas por Su instrumento, el hombre) y se hace incesantemente activa, y de esta forma, Dios, que habló en otro tiempo, habla también ahora. Por lo tanto, la SagradaTradición y la Sagrada Escritura están intrínsecamente unidas y compenetradas. Porque surgen ambas de una divina fuente y tienden al mismo fin. Ya que la Sagrada Escritura es la palabra de Dios, y la Sagrada Tradición transmite a los sucesores de los Apóstoles la palabra de Dios, a ellos confiada por Cristo Señor y por el Espíritu Santo para que, con la luz del Espíritu de la verdad la guardenfielmente, la expongan y la difundan con su predicación.
Pero la tarea de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiada únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo. Es evidente, por tanto, que la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia, según el designio sapientísimo de Dios, estánentrelazados y unidos de tal forma que no tiene consistencia el uno sin el otro, y que, juntos, cada uno a su modo, bajo la acción del Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la salvación de las almas.
Para interpretar la Sagrada Escritura, hay que tener en cuenta lo antedicho: El hombre es quien la escribe, y hay que tener en cuanta el contexto social, cultural, etc., en el que se encuentra paratratar de interpretar el sentido que quiso darle a la Palabra. Además de los géneros literarios, ya que la verdad se expresa de diferentes formas y en distintos géneros: histórico, profético, poético, etc. Por tanto para entender rectamente lo que el autor sagrado quiso afirmar en sus escritos, hay que atender cuidadosamente tanto a las formas nativas usadas de pensar, de hablar o de narrar...
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