Historia De Sonsonate
En 1553, surgió la villa de La Trinidad, asentada a orillas del río Cenzúnat, Cenzónatl, o Sensunapan, nombre indígena que llegaría a sustituir al original español, con el nombre de bautizo aumentado más adelante a “Santísima Trinidad”. Una villa establecida para mercaderes, dedicada a ser emporio de comercio con su puerto anexo, Acajutla, los cuales incluso llegarían aconfundirse, porque en muchas cartas geográficas Sonsonate aparecerá como puerto. La Trinidad brotó de su matriz izalqueña, como villa de españoles comerciantes en cacao.
En 1553, probablemente un 28 de mayo, se fundó la villa de La Trinidad por el oidor Pedro Ramírez de Quiñónez y el obispo Francisco Marroquín, quien estaba de visita en los Izalcos. Era presidente de la Real Audiencia el austeroAlonso López de Cerrato y se ordenó levantar esta villa para reconcentrar a los tratantes de cacao que estaban ilegalmente residiendo en los pueblos de los Izalcos, con el consiguiente malestar para la población indígena, que ya de por si debía pagar tributo a sus encomenderos, entre ellos al poderoso Diego de Guzmán, quien fue un promotor de la nueva fundación y se encontraba presente ese día demayo de 1553. También estaban en la consagración civil y religiosa de la villa los curas de Asunción Izalco (Tecpan Izalco), Carlos de Villalta, así como el de Santiago Nahulingo, Martín Díaz, el de San Francisco Tacuzcalco, Juan Bautista Villa, y el de Acajutla, Pedro de Miranda.
Igualmente, se encontraba presente Juan Vázquez de Coronado, que hacía poco había dirigido al grupo armado que aplacóun levantamiento indígena en las cercanías. También en la ceremonia figuraba el alcalde mayor de Acajutla, Francisco del Valle Marroquín. La Trinidad fue la villa de mercaderes por excelencia, contiguo al puerto de Acajutla, unida con Santiago de Guatemala por un importante y concurrido camino real de unas cuarenta y cinco leguas, que subía por San Juan Bautista Nahuizalco, San Miguel Salcoatitány Santa Lucía Juayúa, al altiplano de San Andrés Apaneca y Concepción Ataco, para bajar luego a Asunción Ahuachapán y enfilar hacia las tierras altas guatemaltecas.
La Trinidad tuvo un antecesora, la villa del Espíritu Santo, sin formalidades de fundación, que surgió de un grupo de mercaderes asentados a orillas del río, dirigidos por Antonio Rodríguez, que hicieron comunidad en 1552 y enviarona Cristóbal de Zuleta a pedir autorización a la Real Audiencia. Pero la autoridad en Santiago de Guatemala decidió hacer fundación formal y así fue comisionado el alcalde mayor de Acajutla, Francisco del Valle Marroquín, para literalmente expulsar a todos los peninsulares de los asentamientos indígenas izalqueños, causa de tantos conflictos en el comercio del grano, según consta en la probanza deméritos y servicios del mismo Del Valle Marroquín, sobrino del obispo.
Los pueblos cacaoteros de los Izalcos ya eran conocidos por los malestares ocasionados por las transacciones del grano y por la concentración de españoles de baja ralea, incluso algunos llegados del Perú, que huían de la justicia real a causa de la guerra de los Encomenderos. Los monjes dominicos del convento de Guatemalahabían acudido a la región y se quejaban de la situación imperante y del agravio que se les hacía a los indígenas, por lo que urgían levantar allí un convento de la orden, como el que ya se tenía en San Salvador.
En 1552, la visita del prior de Santo Domingo, fray Tomás de la Torre, dejó un acre sabor de fracaso, por el lamentable estado de los pueblos de la región, donde abundaban los abusos eingratitudes con los naturales, con clérigos facinerosos que con descaro comerciaban con cacao. También muchos indígenas llegaban desde lejos a buscar el ansiado grano a cambio de su fuerza de trabajo, con lo cual los Izalcos se habían vuelto un cuadro de execrables abusos y desafueros, según consta en el expediente de visita y pesquisa del fraile, guardada en el Archivo General de Indias (Sevilla)....
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