La felicidad
La felicidad es un tema de preocupación recurrente en nuestro tiempo, hace algunos días entrevistaban a una joven madre y actriz, le preguntaron qué deseaba para su pequeño hijo y sin pensarlo dijo: “Criarlo para que sea feliz”. Aunque pocas veces reflexionamos acerca de la idea de la felicidad existen aproximaciones coloquiales que muerden el tema, como por ejemplo: Cada quientiene que ser feliz a su manera, o la que sostiene que, la felicidad se da a ratos, a pedacitos, por lo que la felicidad es simplemente un momento pasajero.
Mi intención en las próximas líneas es revisar cómo la cultura ha tomado el tema de la felicidad, desde Cristo hasta nuestros días, para abordar si es posible en una sociedad centrada en la personalidad llegar a ser felices.
Ahora bien, aunquela Filosofía Griega tuvo una idea de la felicidad aparejada a la virtud y Epicuro fue más recatado de lo que actualmente pensamos, a los fines de simplificar la imagen que deseo transmitir he omitido el análisis de la felicidad durante la Grecia clásica, para proceder a dividir la felicidad en tres grandes períodos, los dos primeros retrospectivos, a saber: La época del Cordero y la época del Búhoy el último, como una premonición, la época del Unicornio.
La Época del Cordero
Esta etapa de la historia de la humanidad está representada por el Cristianismo. El Cristianismo es la doctrina de la bondad más noble que hemos elaborado como raza, no creo que podamos alcanzar un sistema que lo supere, pero lo que aquí nos interesa es precisar cómo la humanidad percibía la felicidad en la época quehe llamado del Cordero.
Para el Cristianismo la salvación se obtiene en el más allá, en la vida eterna, después de una existencia de dolor, sufrimiento, renuncia y humillaciones. Esta idea está contenida en la historia de Perpetua y Felícitas, mártires en los albores del Cristianismo. Perpetua era una mujer romana de buena posición con esposo e hijo que amamantaba y Felícitas era una de susesclavas. En la persecución que emprendió el emperador romano para erradicar las primeras sectas cristianas Perpetua y Felícitas, fueron capturadas para ser arrojadas a las fieras, pero pudieron haber sido perdonadas con haber rendido un simple tributo al emperador renegando de su condición de cristianas, incluso el padre de Perpetua la visitó en prisión y como Padre de Familia Romano le suplicó que seretractara de su condición de cristiana por su hijo y por el resto de su familia. Sin embargo, Perpetua se mantuvo firme le dijo a su padre que esa era “la voluntad de Dios”. Las personas que vieron los rostros de los cristianos condenados a la fieras describían que sus caras iban iluminadas, sus cuerpos desbordantes de felicidad, ya que la máxima expresión de la bondad divina era el martirio, elsufrimiento terrenal garantizaba la vida eterna, había que imitar la pasión de Cristo, es decir, cuanto más se sufre y se padece en la tierra, más posibilidad existe de asegurar un pedacito de cielo, “es más fácil que un camello pase por el ojal de una aguja, que un rico entre en el reino de los cielos”. El sufrimiento se tomaba como una forma de capitalización para obtener una ganancia futura, lagracia divina se recibe en el cielo.
La Época del Búho
Con el correr de los siglos y como sucede habitualmente en la historia, cuando se quiere defender una idea a capa y espada sus propulsores descubren las deficiencias del sistema que intentan preservar. El Cristianismo como doctrina presenta un punto débil, un talón de Aquiles, el cual les paso a comentar muy brevemente. Como dijimosanteriormente, la promesa de la vida eterna después de la vida terrenal está representada por la satisfacción de los deseos sensuales, la doctrina cristiana promete a sus seguidores que en el más allá ya no tendrán hambre, ya no tendrán sed y que todos sus anhelos les serán colmados. El tesoro prometido después de la muerte, para que fuese imaginable por seres humanos, tenía que ser asimilado a...
Regístrate para leer el documento completo.