Pastos
oco se escucha en las noticias acerca de la nitrificación. Su formidable impacto ambiental es generalmente opacado por la cobertura de las emisiones dedióxido de carbono (CO2). Sin embargo, este proceso microbiano natural del suelo convierte al nitrógeno, contenido en los fertilizantes, en óxido nitroso (N2O), un gas de efecto invernadero que es 300 vecesmás potente que el dióxido de carbono. El uso de fertilizantes nitrogenados directamente vinculados con los niveles crecientes de óxido nitroso ha aumentado en siete veces desde los años 70. Por esoes crucial abordar la nitrificación para enfrentar el cambio climático. Investigaciones recientes del CIAT indican que existe una opción promisoria en las raíces de la gramínea forrajera tropicalBrachiaria humidicola, que no sólo es altamente nutritiva y apetecida por los rumiantes, sino que también inhibe la nitrificación. En los debates sobre cambio climático se ha difamado, casi universalmente,la producción pecuaria, pero la capacidad de inhibición de la nitrificación biológica de pastos brachiaria podría posicionar a esta gramínea en la lucha para reducir la huella de gases de efectoinvernadero, provenientes tanto de la producción pecuaria como de la siembra y cosecha de cultivos.
P
suprimir la nitrificación del suelo, pero sólo recientemente averiguaron cómo funciona estacapacidad de inhibición de la nitrificación biológica. En colaboración con científicos del Centro Internacional de Investigación para las Ciencias Agrícolas (JIRCAS) y del Instituto Nacional deInvestigación Alimentaria (NFRI), ambos del Japón, descubrieron y caracterizaron a la brachialactona, un compuesto químico que se encuentra en las raíces de la gramínea y que es liberado en el suelo, actuandocomo inhibidor de la nitrificación biológica y reduciendo, a su vez, las emisiones de gases de efecto invernadero de sistemas pecuarios a base de dicho pasto. Con cerca de 80 millones de hectáreas...
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