Roland Barthes
Las enfermedades de la indumentaria teatral.
Roland Barthes.
Tras estudiar y analizar con Umberto Eco y Alison Lurie las funciones de la indumentaria y compararla con diferentes tipos de comunicación como son los gestos o el lenguaje verbal, con este artículo del Roland Barthes, nos centraremos en analizar el vestuario de forma más específica: la indumentaria dedicada al teatro, el maluso de este elemento teatral, “sus enfermedades” y cómo debe ser un buen vestuario dentro de una obra dramática.
El semiólogo francés comienza su artículo denominando la indumentaria teatral como una patología, es decir, como una enfermedad y continúa adelantándonos que nos dará las indicaciones para poder juzgar si una indumentaria teatral está sana o enferma, pero antes de definir estos pasos,Roland Barthes comienza identificando el fundamento principal de la “salud” de la indumentaria: la obra misma. La obra teatral debe reducirse a lo que Brecht denomina gestus social, el esquema histórico y la expresión exterior y material de los conflictos de la sociedad de la que es testimonio, es decir, ajustarse a la época en la que está basada la obra y a la época en la que se representa. Ypara llevar a cabo este gestus, el director dispone de la interpretación de los actores, la iluminación, el decorado y por supuesto, la indumentaria.
La verdadera función de la indumentaria teatral debe ser, pues, manifestar el gestus social de la obra, por lo tanto su papel es puramente funcional y para interpretarlo correctamente debemos hacer uso de nuestra propia imaginación y un trabajointelectual para comprender lo que se nos quiere decir con ello. El vestuario teatral va más allá de lo puramente físico y bello. Un buen vestuarista teatral debe realizar su trabajo intentando ayudar al espectador a unir el sentido de la obra a su exterioridad, por lo tanto todo lo que la enturbie o dificulte su lectura se considera, según Barthes, un mal uso de la indumentaria. Sin embargo, todo loque ayude al buen entendimiento de la obra es considerado como bueno.
Comienza el autor con las reglas negativas, aquellas que debemos evitar para conseguir un buen uso de la indumentaria teatral, es decir, todo aquello que la indumentaria teatral no debe ser: no debe ser una coartada, excusa o justificación para llamar la atención, al contrario, la indumentaria teatral no debe evadir la atenciónde la obra. Tampoco debe usarse el vestuario como justificación al silencio de la obra, no debe usarse como relleno o sustitución de un diálogo bien construido en una obra con espacios en blanco o mal organizada. El vestuario no debe compensar a una mala dirección a los actores o a la escenografía. La indumentaria debe conservar el valor funcional en todo momento, ni hinchar la obra, ni ahogarla.No hay que olvidar en ningún momento que la indumentaria forma parte de la obra, no debe ser más importante que la obra en sí. El hecho de que se desarrolle exageradamente, haciendo sombra al resto del espectáculo, debe ser condenado. Dice Barthes que en estos casos la indumentaria está enferma, sufre de hipertrofia.
Nombra tres tipos de hipertrofias o desarrollos excesivos en la vestimentateatral: la primera la define como hipertrofia de la función histórica o verismo arqueológico, que consiste en dotar al figurín de un realismo tal que puede parecer ridículo o poco creíble, ya que no se olvida que al ver un teatro estamos ante una representación, no la pura realidad. El exceso de detalles verdaderos alcanza el filo de lo absurdo ya que la intención global queda borrada por la parteque lo absorbe, y, además concentra la atención del espectador, que deja de prestar atención a la obra. El actor desaparece bajo las telas, los colores, las formas, y lo que el público logra ver es un bellísimo figurín, sin embargo no un personaje, que es la intención de una obra teatral (a no ser que las indicaciones del director con respecto al desarrollo de la obra sean diferentes). La buena...
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