Trabajoo
"El Auténtico Llamamiento Divino"
Por, Pr. Joselito Orellana Mora
Introducción.
Es necesario destacar, ante todo, que existen básicamente dos tipos de llamamiento: a la redención (general) y al ministerio (específico). Nos convoca a la reflexión, éste último. Las preguntas más comunes de todo ministro del evangelio son: ¿Soy realmente un llamado? ¿Porqué me llamó Dios? ¿Para qué? ¿Cómo me doy cuenta de que soy en realidad un llamado de Dios? ¿Qué seguridad tengo de estar haciendo lo correcto? ¿Qué es en sí el llamamiento?
El propósito básico de este sermón, es: provocar en el interior de cada ministro(a) potencial, una reflexión honesta para con Dios, con el objeto de determinar y/o confirmar la autenticidad de su llamamiento. Altiempo de desafiar además a la iglesia a un compromiso mas genuino, tanto con el Señor que llama, como con sus "llamados"
Hago deliberadamente énfasis en el concepto de "auténtico" Ya que hoy es muy común encontrar líderes que se autodefinen como "llamados", pero que en realidad son lobos rapaces con piel de oveja. Vivimos en el contexto de una apostasía impresionante pero al mismo tiempo, muysutil.
Frente a tan delicado y trascendental tópico, es menester recurrir a la Escritura -fuente y autoridad del quehacer teológico- para rastrear cuidadosamente algunas pautas que nos permitan tener un acercamiento más objetivo, en términos de conceptualización, del llamamiento auténtico de Dios al ministerio. Para este fin, he seleccionado deliberadamente un pasaje paulino: Gál. 1:10-24,donde la Escritura revela claramente, algunas características/evidencias elementales del llamamiento de Dios:
Tesis: El llamamiento que Dios hace a sus hijos para el Ministerio, tiene características bien definidas que lo autentican y lo describen.
1. El llamamiento es de iniciativa divina, no humana. (cf., v. 15a; 11-12; 1:1).
"Pero cuando agradó a Dios...”
El llamamiento no es algo quenosotros podemos provocar. Es algo que nace en el corazón y voluntad perfecta de Dios. La consecuencia de esta verdad es la seguridad de vocación en el siervo. Si es de iniciativa divina, entonces podemos descansar confiadamente en momentos de duda. Si Dios es el que propicia la convicción, él es quien la mantendrá. Si Dios me ha llamado, entonces él es quien planea mi agenda de vida para elfuturo.
Dedicar la vida al ministerio, es la única "profesión" que el hombre-creyente no elige. Dios escoge por nosotros. Y eso precisamente es lo que le da sentido, identidad y propósito a nuestra vida como siervos. Y esto porque se trata de la instauración de "su" Reino y porque la Misión es un proyecto histórico suyo, no nuestro. El llamamiento y el ministerio son una empresa divina.2. El llamamiento es eterno, no improvisado (cf., v. 15b).
"... que me apartó desde el vientre de mi madre"
Esta frase, es una franca alusión a los grandes llamamientos proféticos veterotestamentarios hacia los gentiles (cf., Is. 49:1; Jer. 1:5). Pero Pablo no la usa como un simple argumento de autenticidad apostólica, sino más bien con el firme convencimiento de que a pesar de suextravío nefasto para los cristianos, Dios tenía un plan eterno para con su vida.
El Señor es un excelente administrador, jamás improvisa. En su omnisciencia ha planificado nuestra inserción en su misión como ministros. Esto es tangible en el apóstol Pablo, cuya autobiografía bien pudiera titularse: “De homicida a Siervo de Dios" (cf., vv. 13 y 23). El ejercicio terrenal del llamamiento termina conla muerte, y no con alguna "circunstancia" Es desde y hasta la eternidad.
3. El llamamiento es de gracia pura, no de mérito humano (cf., v. 15c).
"... y me apartó por su gracia"
Jamás debemos asociar peligrosamente la convocación al ministerio como premio a nuestras actitudes, virtudes o logros (económicos, académicos, sociales, y demás). Por el contrario, a la luz del testimonio...
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