Él, Como Un Ángel De Cristal.

Caminaba por el largo pasillo del hospital que tan conocido me resultaba. A mí
alrededor, paredes blancas y miles de puertas avanzaban conmigo. Entre en una de ellas, su nombre impreso en un pequeño cartel lo aseguraba. Cerré con cuidado, no debía hacer demasiado ruido. Tomé una pequeña silla y me senté a su lado como cada día. Sus ojos permanecían cerrados y su respiración era profunda. Esaimagen, a la que ya estaba acostumbrada, me desarmaba y golpeaba cada vez más. No lograba que las lágrimas cayeran por mi rostro, por más que sintiera que mis ojos estuvieran por estallar. Debía ser fuerte, él me necesitaba a su lado. Acaricie su rostro y sonreí débilmente, extrañaba hacerlo. Parpadeó y a continuación un espectáculo se mostró ante mí, un brillo especial floreció en sus preciosos ojosnegros. Lentamente alzo su mano con la intención de tomar la mía y provocar el contacto entre ambos. Me dedicaba una sonrisa, pero sabía que su ánimo y entusiasmo no eran más que una mera actuación. Sufría por dentro al ver que su vida ya tenía su destino preparado y que lo invitaba a concretarlo, pero era fuerte y no se iba a dejar vencer tan fácilmente.
Cuando sus ojos se encontraban con losmíos era imposible desviar la vista de ellos, nos transmitíamos todo lo que no lográbamos decir con palabras, tal vez no hacían falta en estos momentos. Me acerque solo para besarlo y con un simple gesto me invitó a descansar sobre su pecho. Apoye la cabeza en él y cerré los ojos dedicándome a esperar que el tiempo pase y encontrarme en un mundo diferente.

Hace dos años le habían diagnosticado laenfermedad. Estábamos en su casa festejando una vez más el aniversario de nuestro noviazgo hasta que volvió a sentir ese malestar que hace pocas semanas lo perturbaba.
Nos amábamos como aquel día en el que nos habíamos conocido, donde solo una mirada basto para hacerlo. Viajábamos en el mismo colectivo en busca de nuestras largas horas de trabajo. Subía y estaba sentado en los asientos dobles,sonreía como si estuviera esperando tenerme a su lado. Me preguntaba como estaba y entretenía el camino tan rutinario y cansador.
Días que de a poco se transformaban en semanas pasaron, nos conocimos e intimidamos, pero desde el primer día sabíamos que éramos el uno para el otro. Adoraba cada facción de su rostro y me estremecía al recibir sus caricias, el contacto con su piel me hacía sentir comouna tonta, paralizándome sin saber como corresponderle. No lograba contenerme, quería tenerlo cerca de mí a cada hora, cada minuto, cada segundo. Salidas, llamadas, pensamientos, sueños, en todo estaba él, ya era parte de mi vida y me alegraba saberlo.

Le rogué miles de veces que visitara un médico para quedarnos tranquilos, pero para él de un simple dolor se encargaban los analgésicos. Mementía, no se negaba a ir por un simple capricho, él sabía lo que en verdad estaba sucediendo. Odie oír de sus labios que el simple dolor era el inicio de algo nuevo que cambiaria nuestras vidas para siempre, iba a perderlo, lo sabía. Ese día llore inconscientemente, aún no lo comprendía, o no quería hacerlo. Intentaba explicármelo delicadamente, paso por paso, pero era en vano, ninguno de missentidos respondía como es debido.

Con el tiempo, entendí que mi reacción no había sido la correcta. De a poco mi cuerpo fue llenándose de ira y enojo, lo que me permitía mostrarme fuerte como él me lo pedía.

Se deterioraba y su energía ya no le permitía seguir en la casa. Fueron casi treinta meses en los que disfrutamos, con altibajos, depresiones y emociones, cada momento. Realizamos una pequeñaboda para confirmar que nuestro amor sería para siempre y juramos estar juntos hasta la vida eterna. Cada una de sus demostraciones de amor y cariño estaban selladas en mi corazón.

Me dejo llevar por mis pensamientos, nueve meses llevábamos en el hospital. Recuerdo varios momentos vividos en este lugar y me siento nuevamente la protagonista.

“Llegue apurada y el médico llamo mi atención....