Año nuevo
No podemos negar que el año ha sido muy difícil en los más diversos aspectos de la vidaindividual y comunitaria, familiar, nacional y mundial. Pero estaría bien que tratáramos de evitar caer en la confusión y la vaguedad de ese momento de transición entre el año que termina y el queentra. Estos momentos tan ambivalentes por ambiguos son, por lo mismo, momentos cargados de oportunidades para crecer y madurar individual y comunitariamente. Ante el año que se va sentimos probablementeel impacto de la nostalgia por lo que perdimos, por la frustración ante lo que buscamos o intentamos y no alcanzamos, o quizá porque no lo intentamos y dejamos escapar la oportunidad… y lo peor deeso es que podemos abrigar resentimiento y amargura que sólo nos hacen daño.
Pero podemos intentar, por salud mental y espiritual, adoptar una actitud positiva ante la adversidad, por dura que sea.Dejemos de darnos golpes de pecho o de sufrir por lo que nos afectó, lo que supuestamente, nos hicieron o hicimos mal. Del pasado lo único que nos conviene mantener es la experiencia, lo aprendido.Otras actitudes son dañinas e impiden crecer, especialmente la obsesión de apegarnos a algo o a alguien que perdimos, nos abandonó, se murió o nos traicionó. Lo peor que nos puede suceder es el apegoinmaduro al pasado, a lo que ya no existe o ya no puede ser.
Respecto al futuro, una vez liberados de las ataduras del pasado estamos libres para emprende con optimismo y esperanza nuevos retos que nos...
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