Aborto y criminalidad

Aborto y criminalidad
En el diario El sol de México, Ricardo Monreal, publicó un artículo sobre la correlación en estados unidos entre la despenalización del aborto y la reducción notoria y sostenida de los índices de criminalidad.
Esa relación puede expresarse así: a principios de la década de los noventa, los índices de criminalidad empezaron a caer significativamente y sostenidamente, y esocomenzó a ocurrir veinte años después de que el aborto fue despenalizado.
Dicho en otras palabras, la baja en la tasa de delincuencia s presentó justamente una generación después de la despenalización de la interrupción deliberada del embarazo.
Monreal basó su trabajo periodístico en un texto de ciencia económica. La relación de este es sencilla. “Décadas de estudio han demostrado que un niñoque nace en un entorno familiar adverso tiene muchas posibilidades de convertirse en un delincuente”, que aquel niño procreado en un entorno de nacimiento planeado, esperado y querido. ¿Cuál es el entorno familiar adverso? Madres pobres, solteras, adolescentes con embarazos no deseados, para quienes el aborto ilegal resulta excesivamente costoso o inaccesible. Yo agregaría: madres, padres, decualquier condición social, que no han querido serlo. ¿No es preferido un embarazo interrumpido que la llegada de un niño indeseado, cuyo destino sólo puede ser el rechazo, el maltrato, factores condicionantes de una previsible conducta delictiva desde edades tempranas?
Habrá quien diga que la relación establecida es de índole ilegitima. Dicho de otro modo, que se trata de una relación aparente más quereal. O expresado todavía en con más claridad: que la caída de los índices de criminalidad observada en Estado Unidos no tiene nexo alguno con la despenalización de aborto establecida en ese país veinte años antes.
Es más: el argumento establecido por Monreal, podría ser aplicado a la universalización, desde mucho antes, de los métodos anticonceptivos científicos. La enorme reducción en la tasade natalidad fruto de la anticoncepción generalizada debió también tener como consecuencia una caída en los índices de criminalidad. Y no hay quien haya establecido una correlación de este tipo.
Es claro que la correlación establecida por los autores gringos seria una nueva y poderosa razón para fundamentar, todavía más, la necesidad de la despenalización del aborto en México. Me parece, sinembargo, que no es necesario buscar más razones que aquella que establece la Ley Fundamental mexicana: “Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos”.
A partir del año 1991, Estados Unidos ha experimentado una gran caída en el número de hechos criminales. La tasa de delitos violentos y hurtos a la propiedad ha disminuidomás de un 30 por ciento. Asimismo, el número de homicidios ha decrecido en un 40 por ciento. Un inmenso número de académicos ha intentado explicar esta caída sorprendente e inesperada. Sus explicaciones variaron entre el aumento del número de encarcelamientos, el aumento del número de policías, la reforma policial, la reducción del comercio de cocaína, la buena coyuntura económica, y el aumento deguardias de seguridad y alarmas.
No obstante, ninguno de estos índices de delincuencia explica la totalidad de la reducción del crimen en los años noventa. Por cierto, estos factores influyeron en el descenso de delitos cometidos; sin embargo, no son la causa principal. Fue la legalización del aborto en 1973, revela un estudio de los economistas Levitt y Donohue, lo que causó la disminución dedelitos en Estados Unidos. Siete años más tarde (en 1980), hubo más de 1.6 millones de abortos por año; o sea, un aborto por cada dos nacimientos.
Los niños que nacieron después de la legalización del aborto tienen, en promedio, una tasa menor de criminalidad por una de dos razones. Primero, porque las mujeres que abortan son las que tienen más riesgos de dar luz a niños que serán criminales....