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UN año después, se le presentaba Josep Lluís Sert, ocasión de comprobar por sí mismo la existencia al otro lado del Mediterráneo de unas formas arquitectónicassólidamente emparentadas con las de Ibiza por su claridad y sencillez, por sus limpios volúmenes, por su austeridad. Porque la IV reunión de Congresos Internacionales de la Arquitectura Moderna(CIAM), ibaa tener lugar a bordo del Patris II que, cruzando el Mediterráneo llevará de Marsella a Atenas, a los representantes de dieciséis países para tratar sobre el problema de La ciudad funcional habitadapor el individuo como parte integrante de la colectividad.
La revista AC destacó precisamente la propuesta de Le Corbusier que tendía al equilibrio: El hombre es un potencial ilimitado de energíasituado entre dos fatalismos contradictorios y hostiles entre sí: lo individual y lo colectivo; entre ellos precisamente hemos de hallar el equilibrio.
Josep Lluís Sert pudo contemplar entonces con suspropios ojos las similitudes de los pueblecitos blancos de las costas griegas con las islas del mar de Cataluña, ya se llamaran Mallorca, Menorca o Ibiza.
Resulta revelador seguir a través de la...
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