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LA BELLA Y LA BESTIA

Había una vez un joven príncipe que vivía en un espléndido castillo. Una noche muy fría llego una vieja pordiosera, que le ofreció una rosa a cambio de poder pasar la noche en el castillo. Asqueado por su fealdad, él la echó. De pronto, la vieja se convirtió en una vieja hechicera.
Para castigar al príncipe, la hechicera lanzó un maleficio y transformó al príncipe enuna bestia horrible. Luego le dio un espejo mágico y una rosa encantada, advirtiéndole que la flor se mantendría viva hasta que él cumpliera veintiún años. Para romper el maleficio, tenía que amar a alguien y ganarse el amor de aquella persona antes de que cayera el último pétalo.
Cerca de allí, en un pueblecito, una bonita joven llamada Bella iba apresurada por la calle. De dirigía a su tiendafavorita, la librería. El librero le regalo un libro. Una mirada soñadora se apoderó del rostro de Bella: - Lugares lejanos, arriesgadas luchas de espadachines, hechizos mágicos, un príncipe disfrazado… ¡Oh, muchísimas gracias! Bella se alejó de allí, leyendo mientras caminaba.
Al verla, un presumido cazador llamado Gastón corrió tras ella.
__ ¡Bella, todo el pueblo habla de ti! Ya es hora de quedejes de leer todos estos libros.
Entonces Le Fou, un amigo de Gastón salió a su paso y se puso a insultar al padre de la chica, que era inventor:
__ ¡Mi padre no está loco! ¡Es un genio! __ respondió Bella.
En aquel momento, una explosión sonó en la casita de su padre. La muchacha se dirigió rápidamente hacia allí
Una vez dentro, Bella encontró a su padre, Maurice, y le conto loque decían sus paisanos sobre ella:
__ Creen que soy rara, papá.
__ No te preocupes, Bella __ la tranquilizó__ . Mi invento va a cambiarlo todo para nosotros. ¡Pronto podremos marcharnos de esta aldea para siempre!
Luego ensillo al caballo, Philipe, y se marchó a la feria con su nuevo invento. Bella se despidió de él:
__ Adiós ¡Mucha suerte!
Pero Maurice se perdió y llego con Philipe hastaun bosque sombrío y brumoso. De pronto vio dos ojos amarillos que lo miraban fijamente desde la oscuridad. ¡Era un lobo! Phillipe retrocedió y huyo al galope. Aterrorizado, Maurice corrió por el bosque mientras unos cuantos lobos le pisaban los talones. Cuando llegó a una puerta alta y metálica, Maurice la franqueó y la cerro de un portazo ante los morros de los lobos, que rugían tras élenseñándole sus dientes afilados.
Maurice vio un castillo enorme e imponente. Nervioso, se asomó al interior. __ ¿Hola? He perdido mi caballo, y necesito un lugar para pasar la noche. __ Por supuesto, Monsieur. ¡Aquí es usted bienvenido _respondió una voz. Maurice miró hacia abajo y vio un reloj de escritorio con el ceño fruncido y una expresión severa en el rostro. ¡A su lado había un candelabro quesonreía! Maurice tomo el candelabro y lo examinó: __ Dios mío… ¡está vivo!
La hechicera había convertido a todos los sirvientes del príncipe en Objetos Encantados. Mientras Dindón, el reloj protestaba, Lumiere, el candelabro, llevo a Maurice hasta la sala de estar.
De pronto, se abrió una puerta y retumbó una voz.
__Aquí hay un extraño…
__Por favor… necesito un lugar para pasar la noche…__dijo Maurice.
__ ¡Yo te daré un lugar! __ rugió la bestia. Agarró a Maurice y lo sacó a rastras d la sala.
Mientras, en la casita de Maurice, Gastón llamó a la puerta.
__ Gastón, que sorpresa tan “agradable”__ dijo Bella
__Bella, no hay ninguna chica en el pueblo que no desee estar en tu lugar. ¿Y sabes por qué? ¡Porque quiero casarme contigo!
__ Gastón, ¡no sé qué decir! Lo lamento, pero…pero… Sencillamente, no me lo merezco__ respondió Bella.
Todos los habitantes del lugar se habían reunido en la puerta de Bella, con la esperanza de poder alegrarse por la boda. Gastón se sentía humillado.
Cuando los lugareños y Gastón se hubieron marchado, Bella salió afuera. Allí encontró a Phillipe, solo.
__ ¡Phillipe! ,__ gritó__ ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Dónde está mi padre?...