Agrarismo en mexico
Páginas: 13 (3227 palabras)
Publicado: 29 de octubre de 2010
Fecha de publicación: 12/02/1947
Categoria: DECRETO
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Proceso legislativo:
DICTAMEN/REVISORA
DICTAMEN
México, D.F., a 19 de Diciembre de 1946.
Las Comisiones Unidas Primera y Segunda de Puntos Constitucionales, Departamento Agrario y Primera Ejidal, emiten a continuación dictamen sobre la iniciativa de reformas a las fracciones X, XIV y XV delartículo 27 constitucional, formulada por el Ejecutivo de la Unión.
El problema tradicional de México: la distribución de la tierra tenía que ser afrontado en forma decidida-como en efecto lo fue-, por el movimiento revolucionario iniciado en 1910, y tanta importancia le concedió que llegó a convertirse en punto básico de su programa económico y social.
Diversas causas hicieron que lariqueza agrícola se acumulara en unas cuantas manos, logrando una anacrónica supervivencia del régimen feudal, en el que el peón del campo siguió siendo un verdadero siervo.
Nuestro movimiento social, dados los antecedentes históricos del problema, atacó al latifundio con dos objetivos precisos: su destrucción y su redistribución equitativa entre quienes fueron despojados de sus tierras o tuvierannecesidad de ellas.
Desde este punto de vista, tres distintas categorías de propiedad rural pueden señalarse: el ejido, considerado con sus actuales característicos y diferente por tanto, de la forma de propiedad que bajo el mismo nombre existió con anterioridad; la pequeña propiedad, reconocida y tutelada en nuestras sucesivas leyes de la materia; y el latifundio que, aun cuando precaria, hatenido existencia jurídica, en función de la necesidad de aniquilarlo.
Traspuesta la etapa que, como certeramente lo afirma la exposición de motivos de la iniciativa presidencial, se dirigió a quebrantar el poder político, económico y social de los latifundistas, objetivo logrado casi en lo absoluto, el problema evolucionó hacia la urgencia de aplicar la técnica moderna y a la superación económicay moral del trabajador del campo y al incremento de la producción agrícola.
Es indudable que los adelantos tecnológicos capacitan al individuo para ampliar la extensión del cultivo, más allá de los límites mínimos que fijan nuestras leyes vigentes; lo es también que el nocivo resultado del acaparamiento de la tierra induce a restringir la extensión de la propiedad agrícola; de ahí que lainiciativa que se dictamina, compaginando las posibilidades de mayor cultivo que la técnica actual permite, con la prevención de los peligros que trae aparejados el latifundismo, haya adoptado una posición de justo equilibrio al ampliar la extensión, tanto de la unidad individual de dotación, como de la pequeña propiedad, y al fijar a aquélla un límite mínimo y a ésta uno máximo.
Respecto al mínimode 10 hectáreas asignado a la parcela ejidal, debe precisarse que la reforma no tiene efectos retroactivos; sólo tendrá aplicación en las futuras dotaciones y de ningún modo trata de prohijar una revisión de la obra de reparto agrario efectuada hasta el presente.
En la adición que se propone del párrafo final de la fracción XV del artículo 27 constitucional, se trasluce claramente el espírituque anima a lo iniciativa, cuando extiende su protección al resultado del esfuerzo encaminado a mejorar las tierras por medio de obras de riego, de drenaje u otras similares. Adoptar otra línea de conducta equivaldría a limitar, en forma absurda, la inversión, a frenar el impulso de la iniciativa y a detener el aliento progresista de superación.
No se trata de amparar modificaciones en laestructura fundamental del predio en explotación, sino de proteger a la propiedad "de que se trate", como lo expresa la reforma, pero siempre que se conserve la misma categoría de pequeña propiedad, entre los que tienen legal existencia.
El ejido, como producto de lo obra legislativa de la Revolución, ha gozado y goza en la actualidad, de protección jurídica eficaz.
Invariablemente el ejidatario...
Categoria: DECRETO
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Proceso legislativo:
DICTAMEN/REVISORA
DICTAMEN
México, D.F., a 19 de Diciembre de 1946.
Las Comisiones Unidas Primera y Segunda de Puntos Constitucionales, Departamento Agrario y Primera Ejidal, emiten a continuación dictamen sobre la iniciativa de reformas a las fracciones X, XIV y XV delartículo 27 constitucional, formulada por el Ejecutivo de la Unión.
El problema tradicional de México: la distribución de la tierra tenía que ser afrontado en forma decidida-como en efecto lo fue-, por el movimiento revolucionario iniciado en 1910, y tanta importancia le concedió que llegó a convertirse en punto básico de su programa económico y social.
Diversas causas hicieron que lariqueza agrícola se acumulara en unas cuantas manos, logrando una anacrónica supervivencia del régimen feudal, en el que el peón del campo siguió siendo un verdadero siervo.
Nuestro movimiento social, dados los antecedentes históricos del problema, atacó al latifundio con dos objetivos precisos: su destrucción y su redistribución equitativa entre quienes fueron despojados de sus tierras o tuvierannecesidad de ellas.
Desde este punto de vista, tres distintas categorías de propiedad rural pueden señalarse: el ejido, considerado con sus actuales característicos y diferente por tanto, de la forma de propiedad que bajo el mismo nombre existió con anterioridad; la pequeña propiedad, reconocida y tutelada en nuestras sucesivas leyes de la materia; y el latifundio que, aun cuando precaria, hatenido existencia jurídica, en función de la necesidad de aniquilarlo.
Traspuesta la etapa que, como certeramente lo afirma la exposición de motivos de la iniciativa presidencial, se dirigió a quebrantar el poder político, económico y social de los latifundistas, objetivo logrado casi en lo absoluto, el problema evolucionó hacia la urgencia de aplicar la técnica moderna y a la superación económicay moral del trabajador del campo y al incremento de la producción agrícola.
Es indudable que los adelantos tecnológicos capacitan al individuo para ampliar la extensión del cultivo, más allá de los límites mínimos que fijan nuestras leyes vigentes; lo es también que el nocivo resultado del acaparamiento de la tierra induce a restringir la extensión de la propiedad agrícola; de ahí que lainiciativa que se dictamina, compaginando las posibilidades de mayor cultivo que la técnica actual permite, con la prevención de los peligros que trae aparejados el latifundismo, haya adoptado una posición de justo equilibrio al ampliar la extensión, tanto de la unidad individual de dotación, como de la pequeña propiedad, y al fijar a aquélla un límite mínimo y a ésta uno máximo.
Respecto al mínimode 10 hectáreas asignado a la parcela ejidal, debe precisarse que la reforma no tiene efectos retroactivos; sólo tendrá aplicación en las futuras dotaciones y de ningún modo trata de prohijar una revisión de la obra de reparto agrario efectuada hasta el presente.
En la adición que se propone del párrafo final de la fracción XV del artículo 27 constitucional, se trasluce claramente el espírituque anima a lo iniciativa, cuando extiende su protección al resultado del esfuerzo encaminado a mejorar las tierras por medio de obras de riego, de drenaje u otras similares. Adoptar otra línea de conducta equivaldría a limitar, en forma absurda, la inversión, a frenar el impulso de la iniciativa y a detener el aliento progresista de superación.
No se trata de amparar modificaciones en laestructura fundamental del predio en explotación, sino de proteger a la propiedad "de que se trate", como lo expresa la reforma, pero siempre que se conserve la misma categoría de pequeña propiedad, entre los que tienen legal existencia.
El ejido, como producto de lo obra legislativa de la Revolución, ha gozado y goza en la actualidad, de protección jurídica eficaz.
Invariablemente el ejidatario...
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