America Latina
Latina, una modernidad en crisis, y ha provisto una base discursiva pro domo desde la
cual pudieron formularse tanto anhelos deidentidad y legitimidad como estrategias
de diferencia cultural. Aprehender los discursos “centrales” de la modernidad ha
implicado -debido a la específica situación poscolonial del continente-tanto la
articulación de proyectos de autolegitimación como de apropiación crítica, tanto la
afirmación identitaria como el descentramiento de normas y categorías metropolitanas.
Talasimetría histórica -que, según algunos, se podría caracterizar como `dependencia'
epistemológica—, dificultó la posibilidad de formar un orden discursivo propio,
prolongando, entonces, los anhelosde lograrlo. Sin embargo, y más allá de deseos
utópicos y totalizadores, hablar de una modernidad periférica de rasgos diferenciales,
implica reconocer, necesariamente, una larga trayectoriade múltiples descentramientos
de los `discursos modelo'.
La independencia epistemológica a que nos referíamos no implicaría, entonces,
una simple superación de las contradicciones eimpases del proyecto histórico y cultural
que se orienta hacia la construcción de un `sujeto latinoamericano'. Al contrario, se
trataría de una autorreflexividad que ha sabido desentrañar labúsqueda de un
universalismo de base latinoamericana, con formas de historización capaces de asumir
la particular situación hermenéutica en que se encuentra el pensamiento periférico: la
de nopoder comenzar desde un supuesto punto cero -el del `territorio de la razón'
euro céntrica y colonialista- sino desde variadas condiciones de desequilibrio y
desigualdad con respecto adiscursos centrales. `Ser moderno' significa hoy, para el
pensamiento cultural latinoamericano, actuar desde ámbitos concretos que se describen
con las metáforas de frontera y margen, estas...
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