Anoche soñe con un tenedor
¡Vivo!, vivo con un hombre.Por lo menos todosle llaman así a ese ser de pies grandes que hace gárgaras en los momentos más inesperados, la noche de bodas, por ejemplo. La verdad, es que estoy cansada ,terriblemente cansada de ser la esposa femenina de ese animal masculino que se rasca, pierde el pelo sistemáticamente y, oh, ¡y canta tangos pasados demoda!...
El monólogo como psicoterapia, también sirve para que a una se le ocurran ideas, buenas, ideas inocentes como... enviudar sin anestesia. Hoy, comotodos los días, tengo preparadas algunas sorpresas. Para empezar, el café no es café. No. Tampoco en nescafé. Es veneno. Veneno con gusto a café descafeinado.Las tostadas... parecen tostadas, ¿verdad?, nadie diría que no lo son.Bueno, en cierto modo lo son, pero las tosté con gas de hidrógeno que producenefectos fatales al ser digeridas.(ENCANTADA). ¡Ah... y el azúcar! El azúcar tiene un poco de raticida granulado. Esto último es un virtuosismo de especialista quemuchos considerarán exagerado, pero que es propio de mi sentido de la responsabilidad.
CON UNA RISITA SINIESTRA.) ¡Es hora de actuar! Sh, Sh (gritandohacia el dormitorio). ¡Hijito, está
servido el desayuno!.(PONE MANTEQUILLA A LAS TOSTADAS.) ¡Está servido el desayuno.
( SE SIENTA Y SE PRENDE UN CIGARRILLO)
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