Ansiedad Y Tabaquismo

Ansiedad y tabaquismo |

01/01/1901 |

17 de Octubre del 2012 |

I. Introducción

Arenas y Puigcerver (2009) & Cano-Vindel y Miguel- Tobal (2001), señalan que los trastornos de ansiedad y los del estado de ánimo son una de las enfermedades mentales más frecuentes en la actualidad. La ansiedad es una emoción que nos pone en alerta, nos activa a nivel cognitivo, fisiológico yconductual (Arias-Horcajadas, Romero, Padín-Calo, Fernández-Rojo & Fernández-Martin 2005; Caballo, Buela-Casal & Carrobles 1995; Mae, Iruarrizaga, Cano & Dongil, 2009 & Torres-Mendoza, 2009)
La ansiedad proviene del latín que se dice anxitas que quiere decir congoja o aflicción. Consiste en un estado de malestar psicofísico en el que se presenta: turbación, temor, inquietud y/o zozobrapor una inseguridad ante lo que se es vivido; como podría ser una amenaza inminente (Barlow, 2002).
Solano & Jiménez (2002) señalan que el trastorno de ansiedad puede ser inducido por la adicción al tabaco. Lamentablemente, como es una droga lícita y que se consigue fácilmente muchos no encuentran peligroso su consumo en altos niveles. Sin embargo, el cigarrillo y todos sus componentespueden provocar enfermedades que afectan, no solamente, al consumidor sino también a los que los rodean. Actualmente se conoce que un adicto tiene el 50% de probabilidades de que muera por el cigarrillo (Muñoz, Baena y Cepeda, 2006).
Actualmente, se ha visto un aumento en el consumo del tabaco en jóvenes que oscilan entre las edades de 18 a 25 años de edad y sin distinción en el sexo (Araya, Solis,Olivo, Calvacho & Vidal, 2008). Existen ciertos, y variados, factores que pueden inducir a que los jóvenes se vuelvan adictos a esta sustancia. Factores individuales, sociales y emocionales son algunos de ellos (Perea-Baena, Oña-Compan & Ortiz-Tallo, 2009).
Entre muchos, podemos encontrar la ansiedad. La ansiedad se describe como emociones de elevada excitación o estrés (Muñoz, Baena& Cepeda-Benito, 2006; Jurado, Jurado y Campos, 2006 y Cárdenas, Jurado & Campos, 2008). Ocasionalmente, se presenta con síntomas comunes de alguna enfermedad viral. De esta forma, las personas no toman en cuenta ciertos síntomas y tampoco tienen en consideración que usan el cigarrillo como un método de relajación (Mae, Iruarrizaga, Cano & Dongil, 2009; Perea-Baena y cols., 2009 y (Mae,Iruarrizaga, Cano & Dongil, 2007).
Castro & Alberto (2005) y Gomes-López, Ruiz & García-Montes (2005) y Becoña & Miguez (2004) señalan que el hábito de fumar comienza generalmente en la adolescencia. Esto se debe a que en esa etapa de la vida es importante vivir nuevas sensaciones y experiencias; más si estas presentan desafiar las normas (Urdapilleta- Herrera, 2010 y Moreno,Herrero & Rivero, 2003). El 90% de los fumadores comienzan este hábito antes de los 18 o 20 años y más del 60% prueba el tabaco a los 15 años. Se considera que un tercio de estos jóvenes serán fumadores activos antes o al llegar a los 18 años (Páez & Castaño, 2010). Puesto que en este período no se planea dejarlo, los consumidores se convierten en fumadores constantes. Al pasar el tiempoestos jóvenes empiezan a ser conscientes de los efectos nocivos que causa el tabaco a su salud.
Las investigaciones que ha reportado La Encuesta Nacional de Adicciones revelan que, en el año de 1988, el consumo de tabaco se encontraba en el rango de 25.8% de la población. Para 1993 esta prevalencia se redujo a un 25%. Fue casi a finales de siglo -1998- cuando el consumo aumento a un 27.7% (OMS,2001). Favorablemente los resultados que se dieron en la encuesta del 2002 fueron menores, llegando a un 26.4%. Estos últimos resultados indicaron que los hombres fumaban más que las mujeres; sin embargo, se ha demostrado que en los últimos años las mujeres muestran una mayor conducta de consumo ante el tabaco (Muñoz, Baena & Cepeda-Benito, 2006; Cabezas, 2002 y Montes, Pérez & Gestal,...