Apuntes para una didáctica de la Educación Física
EL CUERPO EN MOVIMIENTO
Aunque nos parece lo contrario, no nacemos con un cuerpo. Nuestro cuerpo no es sólo nuestro organismo; no es sólo huesos, músculos, articulaciones y órganos. Tampoco es sólo un sistema nervioso que organiza por sí mismo nuestras percepciones, pensamientos, emociones y sentimientos.
Si bien son su soporte material, el organismo vivo y el sistema nervioso no alcanzan para hacer un cuerpo. Construimos nuestro cuerpo en relación con otros y en relación a
otros.
¿Cómo construimos nuestro cuerpo?
. Construimos nuestro cuerpo a partir de vivir en una sociedad y una cultura, y lo construimos con palabras, con actos, con significaciones.
Al nacer, no nos es posible satisfacer nuestras necesidades por nuestros propios medios ni tramitar la tensión provocada por esas mismas necesidades. Esto nos hace depender
de otro para subsistir.
Ese otro, generalmente la madre, o quien ocupe su lugar, a la vez que satisface nuestras necesidades biológicas otorga significación a nuestros movimientos, interpretándolos:
dice –el bebé llora porque tiene hambre, o porque le duele la panza.
Por otra parte, funciona como espejo, ya que no podemos vernos completos por nuestros propios medios. De este modo, se nos incluye en el lenguaje, en la cultura, por un lado,
y se nos devuelve una imagen, que unifica la percepción de nuestro cuerpo, por el otro.
Es decir, que no reconocemos nuestro cuerpo como propio y unificado por efecto de la maduración de nuestro sistema nervioso, la cual permitiría una percepción cada vez más
ajustada, sino a partir de la imagen que nos devuelve otro y a partir de la cual reconocemos nuestro cuerpo como propio, diferente del de los demás y, al mismo tiempo, semejante al de los demás,
Más allá de las explicaciones técnicas, que, por supuesto, se basan en modelos teóricos, explicativos, me interesa destacar dos aspectos de este proceso: por un lado, la
magnitud de los otros, adultos y pares, en la constitución y construcción del propio cuerpo, en la conversión del organismo en cuerpo o, dicho de otro modo, de lo puramente
biológico en subjetividad; por el otro, la importancia del lenguaje, el cual, por supuesto, no se agota en la palabra sino que se continúa en el movimiento.
¿Qué papel cumplen los adultos, en la construcción y apropiación del cuerpo por parte de los niños?.
La función de los adultos en la construcción del cuerpo es parte de la función de incluir a los niños en la cultura de la sociedad en que han nacido. Al principio consiste en
introducir la diferencia allí donde sólo hay confusión e indiferenciación. Inicialmente, el cuerpo es percibido como un cúmulo de sensaciones dispersas, fragmentadas, que no se
discrimina, incluso, del cuerpo materno. Conocerlo, construirlo, supone distinguir sus partes, sus límites, diferenciarlo de los otros cuerpos a la vez que reconocerlo semejante a
los otros cuerpos. Ya vimos que, en una primera etapa, son los adultos quienes aportan las significaciones que hacen posible esta construcción y diferenciación del cuerpo. En
esto consiste primeramente el conocimiento del propio cuerpo. Por supuesto, los distintos adultos cumplimos esta función de distintas maneras: no es lo mismo, por ejemplo, la función materna que la paterna, una y otra aportan significaciones
diferentes. También es diferente, más adelante, la función de los maestros, por ejemplo.
Si bien es cierto que la subjetividad y el cuerpo se construyen solidariamente, sujeto y cuerpo ...
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