Atmosphere
Páginas: 22 (5383 palabras)
Publicado: 12 de mayo de 2011
ATMOSPHERE, ATMOSPHERE.
Bruno Latour
En una mítica escena de Hotel du Nord de Marcel Carné (1938), la hermosa actriz Arletty se burla del extraño vocabulario de Louis Jouvet, su pretendiente no deseado Monsieur Edmond, exclamando en su brusco parisino de clase obrera: 'Atmosphere, atmosphére, est-ce que j'a; une gueule d'atmosphere? (Atmósfera, atmósfera, ¿acaso parezco alguien conatmósfera?). Una palabra que sonaba pomposa en los años treinta se ha hecho común hoy día, quizás reflejando un estado universal. De hecho, recientemente, el filósofo alemán Peter Sloterdijk ha ido tan lejos como para asumir un nuevo asalto a la filosofía en una serie de audaces libros haciendo hincapié en la importancia que las condiciones atmosféricas tienen en nuestras vidas1. En lo que llega a ser unaespecie de meteorología expandida, Sloterdijk argumenta que los filósofos han estado obsesionados en exceso con los objetos y los sujetos y no lo bastante con el aire acondicionado. Envolturas, esferas, pieles, ambientes: estas son las 'auténticas condiciones de posibilidad' que la filosofía en vano ha intentado rescatar de unas infraestructuras totalmente inaccesibles.
Lo que Sloterdijk haceen filosofía Olafur Eliasson lo hace en su práctica artística. En ambos casos las antiguas divisiones, algo cansinas, entre lo salvaje y lo domesticado, lo privado y lo público, lo técnico y lo orgánico, son simplemente ignoradas, reemplazadas por un conjunto de experimentos acerca de las condiciones que nutren nuestras vidas colectivas. Desde esta perspectiva, el control del clima no estaríainfundido por la loca ambición de dominar los elementos, sino por el deseo razonable de averiguar qué clase de espacio respirable es el más adecuado para la vida civilizada. La cuestión fundamental es: ¿de qué modo vamos a sobrevivir? ¿En qué clase de interior deberíamos ser aislados? Desde que las ciencias se han expandido con una amplitud tal que han transformado el mundo entero en un laboratorio,los artistas se han convertido necesariamente en batas blancas entre otras batas blancas: a saber, todos nosotros. Porque todos estamos comprometidos en los mismos experimentos colectivos.
Tanto Sloterdijk como Eliasson están explorando formas de escapar de las estrechas obligaciones del Modernismo. Se benefician del rico humus que proveen las ciencias, pero dan un vuelco a sus resultados; nopara hacer una gran narración del progreso, sino sencillamente para explorar la naturaleza de las atmósferas en las que todos estamos intentando sobrevivir colectivamente.
Laboratorios vueltos del revés: el laboratorio global
Que estamos todos inmersos en una serie de experimentos colectivos que han sobrepasado los límites estrictos del laboratorio no necesita mayor prueba que la lectura delperiódico o la visión de los noticiarios de la televisión. En el 2003 fue la epidemia del SARS lo que llamó la atención sobre las relaciones sociales, comerciales, legales y médicas en todo el mundo. Un año antes, en España, miles de voluntarios y especialistas trataban de luchar contra otra marea negra, esta vez proveniente del casco hundido del Prestige. Y el año anterior, miles de funcionarios,policías, veterinarios, granjeros, vendedores y bomberos luchaban en toda Europa contra el virus de la fiebre aftosa, que estaba devastando el campo británico. Desde luego no hay nada nuevo en esto, teniendo en cuenta que el concepto de 'salud pública' fue inventado hace dos siglos para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas mediante la cuarentena y, más tarde, la desinfección y lavacunación. Pero todas estas crisis han sido consecuencias no deseadas de la decisión de experimentar a gran escala: en la producción de comida en China, el transporte del petróleo en Europa, el ganado no vacunado en Gran Bretaña. Todos ellos son casos claros de lo que Ulrich Beck ha llamado 'riesgos fabricados'. 2
Que mencione estos casos no significa que esté indignado. Ni siquiera estoy...
Bruno Latour
En una mítica escena de Hotel du Nord de Marcel Carné (1938), la hermosa actriz Arletty se burla del extraño vocabulario de Louis Jouvet, su pretendiente no deseado Monsieur Edmond, exclamando en su brusco parisino de clase obrera: 'Atmosphere, atmosphére, est-ce que j'a; une gueule d'atmosphere? (Atmósfera, atmósfera, ¿acaso parezco alguien conatmósfera?). Una palabra que sonaba pomposa en los años treinta se ha hecho común hoy día, quizás reflejando un estado universal. De hecho, recientemente, el filósofo alemán Peter Sloterdijk ha ido tan lejos como para asumir un nuevo asalto a la filosofía en una serie de audaces libros haciendo hincapié en la importancia que las condiciones atmosféricas tienen en nuestras vidas1. En lo que llega a ser unaespecie de meteorología expandida, Sloterdijk argumenta que los filósofos han estado obsesionados en exceso con los objetos y los sujetos y no lo bastante con el aire acondicionado. Envolturas, esferas, pieles, ambientes: estas son las 'auténticas condiciones de posibilidad' que la filosofía en vano ha intentado rescatar de unas infraestructuras totalmente inaccesibles.
Lo que Sloterdijk haceen filosofía Olafur Eliasson lo hace en su práctica artística. En ambos casos las antiguas divisiones, algo cansinas, entre lo salvaje y lo domesticado, lo privado y lo público, lo técnico y lo orgánico, son simplemente ignoradas, reemplazadas por un conjunto de experimentos acerca de las condiciones que nutren nuestras vidas colectivas. Desde esta perspectiva, el control del clima no estaríainfundido por la loca ambición de dominar los elementos, sino por el deseo razonable de averiguar qué clase de espacio respirable es el más adecuado para la vida civilizada. La cuestión fundamental es: ¿de qué modo vamos a sobrevivir? ¿En qué clase de interior deberíamos ser aislados? Desde que las ciencias se han expandido con una amplitud tal que han transformado el mundo entero en un laboratorio,los artistas se han convertido necesariamente en batas blancas entre otras batas blancas: a saber, todos nosotros. Porque todos estamos comprometidos en los mismos experimentos colectivos.
Tanto Sloterdijk como Eliasson están explorando formas de escapar de las estrechas obligaciones del Modernismo. Se benefician del rico humus que proveen las ciencias, pero dan un vuelco a sus resultados; nopara hacer una gran narración del progreso, sino sencillamente para explorar la naturaleza de las atmósferas en las que todos estamos intentando sobrevivir colectivamente.
Laboratorios vueltos del revés: el laboratorio global
Que estamos todos inmersos en una serie de experimentos colectivos que han sobrepasado los límites estrictos del laboratorio no necesita mayor prueba que la lectura delperiódico o la visión de los noticiarios de la televisión. En el 2003 fue la epidemia del SARS lo que llamó la atención sobre las relaciones sociales, comerciales, legales y médicas en todo el mundo. Un año antes, en España, miles de voluntarios y especialistas trataban de luchar contra otra marea negra, esta vez proveniente del casco hundido del Prestige. Y el año anterior, miles de funcionarios,policías, veterinarios, granjeros, vendedores y bomberos luchaban en toda Europa contra el virus de la fiebre aftosa, que estaba devastando el campo británico. Desde luego no hay nada nuevo en esto, teniendo en cuenta que el concepto de 'salud pública' fue inventado hace dos siglos para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas mediante la cuarentena y, más tarde, la desinfección y lavacunación. Pero todas estas crisis han sido consecuencias no deseadas de la decisión de experimentar a gran escala: en la producción de comida en China, el transporte del petróleo en Europa, el ganado no vacunado en Gran Bretaña. Todos ellos son casos claros de lo que Ulrich Beck ha llamado 'riesgos fabricados'. 2
Que mencione estos casos no significa que esté indignado. Ni siquiera estoy...
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