Capitulo 5

V- “EL ALEGATO PREVIO A LA AUDIENCIA”
El abogado debe llegar a la audiencia dominando su expediente y con la cabeza llena de ideas. Cicerón critica a algunos abogados que se dan aires de gente ocupada y aparentando volar de un tribunal a otro.
Hablarían de seguro de algo mejor si dedicaran más tiempo a razonar sobre la causa y otro poco a pelearla ya que la elocuencia al igual que una llama,necesita materia de que alimentarse.
EL CLIENTE Y SU CAUSA
“Cicerón procuraba que su cliente lo instruya acerca de su asunto, charlar a solas con el para que se pueda explicarse con libertad. Defiendo la causa de la parte adversa, con el fin de obligarle a que defienda la suya y a poner de manifiesto cuantas reflexiones le sugiera a su caso. Una vez que se ha ido, desempeño tres papelesdistintos, y con la más completa imparcialidad, ocupo sucesivamente el lugar de mi defenso, del adversario y del juez”
Un buen método consiste en conocer la documentación del caso antes de la visita del cliente, con el fin de poder dirigir la conversación y tener sobre él la autoridad que el abogado ha de conservar en toda ocasión. Es indispensable destacar plenamente el “hecho”; los jueces motivan susdecisiones primeramente sobre las “circunstancias de la causa”, son los que son soberanamente el hecho, antes de ser los intérpretes de la ciencia, lo que les permite evitar “casaciones” que no pueden proceder sino por violación del derecho.
Es indudable que no todos los clientes merecen igual crédito. “Mienten, con la mayor frecuencia, dijo Quintiliano, en una generalización excesiva y como situviesen que pelear su causa en vez de darla a conocer, parece que le hablan al juez, más no al abogado., por lo tanto no hay que tener prisa en creerles, sino cercarles en todos sentidos, desconcertarles y obligarles a descubrir la verdad.
Pero el cliente no siempre sufrirá esta prueba de buen grado; llegara a pensar con susceptibilidad suspicaz, que su abogado toma partido en su contra y sidespués de haberlo escuchado se rehúsa a defenderlo, llegara a creer que se ha vendido a su adversario, tienes que dejarlo ir a que consiga más ayuda, hasta que encuentre a alguien que logre convencer.
Y no basta con recibir atentamente al cliente, hay que leer todos los documentos, “que hay indulgencias en Palacio para los que todo leen”. El alegato es fruto de razón y de inteligencia.

EL TIEMPODE LA MEDITACIÓN
Cuando se hayan reunido y clasificado de ese modo todos los documentos y recibido al cliente, habrá que consagrarse a un estudio crítico del asunto: es el tiempo de la meditación.
Se le pregunto a Newton, en cierta ocasión cómo había llegado a hallar el sistema de la gravitación a lo que el dijo, “Pensando siempre en él”.
Ferrére en el Foro bordelés, se entregaba primero a lameditación: “El día siguiente de aquel en que se había fijado fecha para la causa, Ferrére abría el expediente y tomaba notas… Recorría después sus autoridades y comenzaba entonces su gran labor, la de la meditación; su humor se ensombrecía; su lenguaje, con los que le rodeábamos, se volvía seco y cortante. Nuestras charlas, a las que siempre nos animaba, se suspendían,. Nos decíamos: Felipe alega.Después de uno o dos días, si frente se despejaba; volvía otra vez a estar alegre y comunicativo, se encerraba en su alcoba, su segundo estudio lleno de libros y ahí, en silencio, escribía sus magníficos alegatos.”
Pero no todo el mundo tiene la suerte de seguir estos preceptos que, desde Cicerón, son base de una buena defensa, y menos aún de conducir acertadamente sus pensamientos, sin tener laexperiencia de los hombres y del corazón humano.
En cuanto un tema se plantea ante el espíritu, la cara bajo la cual se muestra sugiere inmediatamente ciertas ideas, que permiten penetrarle y que constituyen nuevos elementos de juicio.
Aunque la causa proporcione abundantes medios, no conviene siempre usar todos, pues si los propuestos son muy copiosos, correrán el riesgo de perder su fuerza y...