Casa

Páginas: 233 (58202 palabras) Publicado: 3 de marzo de 2013
ÓSMOSIS
(Osmose, 2000)

Yann Queffélec


ÍNDICE

I 3
II 5
III 11
IV 16
V 21
VI 26
VII 30
VIII 33
IX 37
X 44
XI 49
XII 55
XIII 62
XIV 67
XV 73
XVI 79
XVII 81
XVIII 88
Para Élisabeth
Neven
y Léonore


Tenía experiencia suficiente para comprender que los sufrimientos van depositando, poco a poco, en lo más profundo del alma, sedimentos deluto cuya cotidiana acumulación es, en definitiva, la causa de la muerte.


Giuseppe Tomasi di Lampedusa



I

El carguero Désertas se arrastraba hacia el horizonte. Pierre dormitaba en proa, sentado en el torno. Le habría gustado tenderse, pero la plancha ardía. Se entibiaba al atardecer, estaba helada por la noche. En cuanto se movía, las esposas tintineaban. Tenía una mano libre,la otra atada por una manilla de acero inoxidable a la cadena del ancla. Si vibraba, la manilla vibraba, era doloroso. Que, al menos, no echaran el ancla. Se volvía y les descubría en la cámara del timón. El pasma de ceñido mono no le olvidaba. Con la porra a la cintura le llevaba la comida, le daba de beber y le acompañaba al cagadero. Le ponía un cigarrillo en el pico y Pierre fumaba sindiscutir, apoyado en la batayola. ¿Cuándo llegaremos? Pronto, respondía el pasma.
Hacía tres días que iban a llegar pronto, tres días que habían zarpado, o tal vez diez o veinte. Pierre perdía la cabeza y el tiempo se parecía al horizonte, nunca lejos, nunca allí, pronto. No estaba seguro de nada, salvo del miedo. Miedo de estar vivo, miedo de morir, miedo de su sombra en el metal, miedo de lamanilla de acero inoxidable sujeta al eslabón negro. Seguía con la mirada la tensa cadena, hasta el agujero abierto por donde se veía el agua azul. Era tan fácil eliminarle. ¿Quién iba a preocuparse por ello? Esperaban que el sol le fundiera a medias en la chapa y que estuviera ya moribundo para echar el ancla. Le mentían, tanto los jueces como la pasma. No iban a Désertas, el islote penitenciario enalta mar. Camelo, los diez años de internamiento; camelo, la esperanza de corregirse y recuperar algún día una libertad casi intacta. Veía su mano prisionera y sabía lo que le aguardaba: el estruendo de una masa de acero hundiéndose a pique, con él.


* * *


La sombra del pasma cubrió la suya. No le había oído acercarse.
–Ya llegamos.
Entre las nubes, en el horizonte, tal vezhubiera algo más oscuro, abajo, sobre el agua, tal vez una isla.
Una rodilla en la chapa, el pasma abrió la manilla de acero inoxidable sujeta al eslabón negro y se la puso en la muñeca.
–Bueno, mastuerzo, ¿a quién nos hemos cargado?
–A nadie.
–¿A tu compañera?
–No.
–¿A tu madre?
–Murió.
–Uno es capaz de haberse cargado a mamá, ¿no es cierto?
Con la sonrisa en los labios,comenzó a abofetear a Pierre, como jugando, unas palmaditas que acababan doliendo.
–¡Tú te la cargaste!
–No.
El pasma perseguía a Pierre alrededor del torno, le aplastaba contra la batayola y, unidos por la cadena, parecían dos boxeadores mancos, pagados uno para protegerse y el otro para distribuir sopapos que, a veces, se convertían por descuido en un verdadero puñetazo. Por mucho quePierre moviera la cabeza, los capones caían sobre su nariz, sus sienes, veía saltar chispas, no estaba seguro de nada, salvo del miedo.
–Confiesa.
Por muy esposado que estuviese, quiso escapar, se dejó caer diciendo no, no es cierto, las vibraciones del motor se transmitían a la plancha, a sus doloridos huesos, llovían los golpes.
–¡No es tan malo! –le susurraba el pasma al oído, y se reíalevantándole la cabeza por el pelo–. ¿A quién te has cargado?
–A nadie.
–¿A tu padre?
–No tengo.
II

Esta noche o nunca, se repetía Marc apretando el volante. Circulaba deprisa, admitámoslo, y de un modo que podía perjudicar gravemente la salud. Estaba impaciente por llegar a su casa, pero prudencia. Uno no muere la víspera de un matrimonio. Iba de punta en blanco, había recuperado...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Un Caso Muy Caso
  • caso caso
  • La casa
  • Casa
  • Casa
  • Case
  • Caso
  • Casen

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS