Caso

MESA REDONDA

José María Arguedas.

Dr. José Matos Mar

Intelectual peruano amigo personal y compañero de labores y aventuras de José María Arguedas. Él recordó cómo juntos recorrieron el Perú, sobre todo la sierra, para conocer y estudiar las costumbres y la idiosincrasia de las Comunidades andinas. Esto fue así porque Arguedas además de ser un gran literato, era etnólogo, uno de losprimeros etnólogos graduado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. A propósito, José Matos Mar contó una sabrosa anécdota, referente a la insistente crítica del Dr. Porras Barrenechea para que deje de seguir al indio Valcárcel y los estudios de indios en una facultad de San Marcos.
 
Felizmente, dijo Matos Mar, no le hicimos caso y logramos, contra viento y marea, sacar adelante laespecialidad de etnología. También se refirió a la famosa Mesa Redonda de 1965 en que se debatió la novela arguediana Todas las Sangres. Dijo que el error fue que la criticaran como obra social y no como literatura; y que le exigieran una coherencia científica que no tenía por qué tener. Se refirió al método de conocimiento de Arguedas como un método en que combinaba el estudio científico con la intuiciónartística, y con la extraordinaria experiencia vital que tenía.
 
Finalmente señaló, el autor del importante libro Perú Desborde Popular, que Arguedas se sentiría orgulloso hoy, de saber que sus personajes literarios han invadido la capital de la República, conformando en los hechos una Sociedad Nacional, como él la llama.
 

Dr. Max Hernández

Él manifestó que no conoció personalmente aJosé María, pues en los sesenta tuvo que viajar a Londres. Pero sí ha estado en contacto con su obra escrita y con terceros que sí tuvieron el privilegio de alternar con el Taita.
 
Y que lo primero que salta a la vista, desde el sicoanálisis, es la sensación de desamparo en que se encuentra Arguedas. Y recordó la imagen del gran escritor que de niño, al encontrar en medio del desierto unaplantita de maíz, caminó cuatro kilómetros para traerle agua en su sombrero.

 Poco después de publicar su famosa novela Todas las sangres, José María Arguedas participó de una mesa redonda en el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), para discutir con un destacado grupo de críticos y científicos sociales. Con la excepción del lingüista Alberto Escobar, los demás participantes criticaron frontalmentela obra. El argumento más empleado fue que no reflejaba el presente ni el futuro del país, sino que constituía un trozo de su pasado.
Por ejemplo, el destacado antropólogo Henri Favre sostuvo que la novela estaba construida sobre temas de etnia y casta, cuando en la realidad peruana de esos días primaban los problemas de clase. Donde Arguedas veía indígenas, él observaba campesinos. Uno a uno losintelectuales lo fueron arrinconando y Arguedas se defendió como pudo.

Ante la silenciosa presidencia de Luis E. Valcárcel, Arguedas sostuvo que el Perú era muy diverso, que había regiones más desarrolladas que otras, pero que el gamonalismo a la antigua no había desaparecido ni de Cusco ni de Apurímac y que ahí estaba situada su novela.

También nos habló acerca de la inmensa ternura deArguedas y cómo, en el choque con un ambiente hostil, tendría como desenlace la tragedia. También nos habló de la tragedia como una gran enseñanza que fue utilizada por los griegos como una catársis social.
 

En realidad, esos eran sus sentimientos cuando esa misma noche anotó en su diario que estaba deshecho. Un grupo de científicos sociales le había explicado que no servía para nada, ni paranovelista. Él sintió que le faltaban fuerzas y dio vueltas alrededor de la idea del suicidio, pidiéndole perdón tanto a Celia como a Sybilla.

Nos dijo también que según últimos estudios neurológicos, el dolor síquico y el físico son equivalentes en el individuo ya que van por las mismas vías neuronales.

Por un lado, la racionalidad para comprender al nuevo Perú, y por el otro, sus crónicas...