Cine en los 20

La «funcionalidad» del cine en los años 20 es más extensa que la que posteriormente va a abarcar. Por un lado, salva el abismo que separa a buena parte de la masa de los medios de comunicación usuales, básicamente la prensa, mediante una información más directa, «sensorial» y por tanto accesible. Pero no se trata de una información «pura», televisiva, sino fundamentalmente de una «recreación» dela realidad, como veremos, en el sentido de configurar un espacio de la representación de la realidad.

Por otro lado, el cine sustituirá en cierto modo a la vertiente lúdica que constituyen los espectáculos populares, hasta entonces una de las pocas formas de ocio social extendidas masivamente entre la población. De esta sustitución se deriva el hecho de los innegables «préstamos» que el cinerecibe de aquél.

La estructura de la transmisión de informaciones en España es compleja. Por un lado existe una mayor difusión de la prensa escrita en la época analizada, e incluso irrumpe siquiera con mínima fuerza la radiofonía. Es decir, a la población llegan genéricamente los lugares comunes propios de lo que podría llamarse «las grandes noticias». Todas las clases sociales, reciben estaimagen de la realidad más distante a la cotidiana. El cine aprovecha esta rica veta de expectación preconfigurada, y dota abundantemente a los espectadores de un género que en realidad dista bastante del posterior informativo o «nodo».

Porque en cierto modo de lo que se trata es de proyectar (en todos los sentidos del término) esta imagen percibida de tales problemas sobre un conjunto defórmulas hechas, de abstracciones que responden a lo que genéricamente podría llamarse «la imagen que se tiene de las cosas». La aportación de información «de primera mano» es mínima: ni el sentido y finalidad de este auténtico subgénero es tal, ni el público recurre al cine como noticiario «televisivo». Más bien se trata de explicitar en imágenes temas que constituyen centros de interés de lapoblación, siguiendo los cánones de la percepción del problema por parte del espectador: existe una demanda creciente de «imágenes» representativas (no necesariamente extraídas de la realidad).

Lógicamente, dada la coyuntura histórica del momento, uno de los principales campos de expansión de esta utilidad cinematográfica es la guerra con Marruecos. Por supuesto, sujeta a la censura militar, lo queprivaba a las cintas de cualquier atisbo de información explícita sobre el transcurso de la guerra, las posiciones ocupadas, etc.1 La siguiente descripción es lo suficientemente ilustrativa respecto a esta vertiente «hagiográfica» de los hitos / mitos ya conocidos2 por el público:

Gran Teatro- Hoy se estrena en este teatro la interesantísima película tomada actualmente del natural en Melillatitulada España en África, con las escenas siguientes:

Esta es la Melilla de 1909: la Melilla antigua, sus calles típicas en la ciudad mora.- Vista general del Gurugú.- El puerto.- Después del triunfo la Melilla moderna convertida en campamentos.- En el zoco el Had de Benisica.- Un jefe lee la orden del día.- El general Neila rodeado de varios jefes.- Salida de una columna para proteger unconvoy.- El acorazado Alfonso XII bombardeando Gurugú3.

Los propios epígrafes son explícitos respecto a esta prototipificación: «Esta es la Melilla...», «bombardeando Gurugú» (el enunciado presupone el conocimiento del público del suceso, al que sólo aporta imágenes).

Para captar el sentido de docudrama o ficción de la realidad ya conocida con que son abordadas estas proyecciones, pueden servirlas siguientes crónicas:

Marruecos, la interesante «Revista Pathé», nos ofreció ayer su «número 6», que contiene las escenas culminantes de la batalla de Sebt y la ocupación del Gururú. El público acogió con aplausos calurosos los bélicos episodios; especialmente el momento de izar la bandera en el Gururú despertó delirante entusiasmo4.

Hoy se inaugura la nueva temporada de cinematógrafo,...