cine y teatro en la dictadura
La censura y la intervención directa del poder militar en el ámbito de lo cultural no operaron de igual modo en los diferentes medios de comunicación y en los diversos sectores de la cultura. Así,por ejemplo, en la cinematografía o la radiodifusión el discurso de la censura siempre fue más claro y explícito que en otros espacios.
En la Argentina no existió una oficina de censura centralizada; por lo tanto, a pesar de tratarse de un período en el que hubo fuertes controles sobre la producción cultural y mediática, los medios de comunicación no funcionaron "en bloque" y encontramos unadiversidad de productos culturales.
En la historia del cine nacional vamos a descubrir un período de descenso abrupto (en términos cuantitativos) de la circulación y del consumo; un control férreo en lo que respecta a la producción –que no impide, sin embargo, ciertos resquicios de independencia y de "resistencia silenciosa"-; dos momentos de "pico" en lo que se refiere a la difusión dela ideología del régimen, dados por el campeonato mundial de fútbol (junio y julio de 1978) y por la guerra de Malvinas (abril a junio de 1982); y una distinción muy clara entre una primera etapa de persecución y censura (1976-1980) y un segundo momento de quiebre del discurso monolítico dictatorial que se acentúa después de la derrota de Malvinas, anunciando la apertura democrática.
El cine nacional habíareinado en las boleterías durante los años "40 y "50. Sin embargo, desde fines de la década del "60 sólo habían tenido éxito las periódicas entregas del dúo cómico integrado por Jorge Porcel y Alberto Olmedo y las películas históricas de Leopoldo Torre Nilsson dedicadas a exaltar las figuras de los próceres.
En 1973, las películas argentinas estrenadas comercialmente habían sido 41 y el cine argentinopasaba por un buen momento: las producciones más vistas fueron LA TREGUA (nominada al Oscar para el mejor filme extranjero), LA PATAGONIA REBELDE, JUAN MOREIRA, BOQUITAS PINTADAS, LA GRAN AVENTURA y LA MARY (todas superaron la cifra de 200.000 espectadores). Pero en los dos años siguientes, a tono con la debacle que vivía el país en su conjunto, comenzó una decadencia que, para 1976, había llevadoaquel número a la mitad: sólo 21 filmes nacionales llegaron a las pantallas y esta cifra se mantuvo durante los dos años siguientes. En 1980 se observó un repunte hasta llegar a los 30, pero en 1983 el número había descendido otra vez a 20. Mientras tanto, había aumentado el precio de las entradas, que en 1976 era de 30 centavos de dólar y en 1981 había llegado a 5 dólares.
Una censura...
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