Cipote

"Sólo alguien sin honor, podría haber acabado con nosotros de esta manera...Siempre creí que moriría a manos de tu padre...no dejes que use nuestrostalismán para sus fines...devuelve el honor a nuestra tribu..."

Las palabras de Cul resonaban en la cabeza de la Cimmeria. Viajaba escondida en unbarco pirata que se dirigía a algún lugar lejos de su tierra. El cómo había acabado ahí es otra historia que tal vez llegue a oídos de algún bardo oalgún artista callejero en otro tiempo.
La madera crujía, el ambiente era húmedo y su escondite era muy estrecho. "Todo un lujo" pensó la Cimmeria, peroera la manera más rápida y fácil de viajar. Confiaba en llegar a algún lugar de Estigia, pues las pistas sobre el amuleto le habían conducido hastaallí.Acurrucada derás de las mercancías del barco, no dejaba de pensar en el momento de aquella frase.

Hacía 3 años que había emprendido este viaje. Sutribu, enemistada con otra tribu Cimmeria, habían estado en guerra desde la creación de Cimmeria. Sus antepasados habían luchado toda su vida pordefender sus territorios y tratar de conquistar los del otro. Ella había nacido en la batalla, crecido en la batalla, y madurado en la batalla. Constantesinvasiones de la tribu rival, de los Pictos, y de las demás tribus bárbaras cercanas la habían proporcionado de una destreza y una fuerza que estaba muypor encima de muchos de sus hermanos.

Le fue encomendada un pequeño grupo de bárbaros para atacar uno de los flancos de su poblado principal