Con ruedas y a lo loco

Gabriela Huezo Bustamante

26 de octubre de 2010

Con ruedas y a lo loco

La economista Esther Amorós es también profesora de danza. Pero cuando se descubre un mundo tan apasionante y que hace feliz, no se cambia por nada. Ahora se dedica a dar clases de baile a gente con movilidad reducida. Además de mejorar sus capacidades físicas a través de la coordinación y la movilidad, mejora a nivelpsíquico.

“Vamos a comenzar. ¡Dadme unas palmadas!”. Cinco personas siguiendo el ritmo de la música. Esther Amorós marcándoles los pasos. Lo que diferencia a esta clase de las demás es que el baile se realiza sobre silla de ruedas.

“Te quiero presentar el baile Combi”. Una modalidad de baile en el que uno va en silla y el otro, no. Baila la maestra con Antonio, su alumno “de toda la vida”.Provoca una sensación visual conmovedora. A pesar de no poder utilizar las piernas, los practicantes de esta modalidad de baile manejan las sillas de ruedas con tal destreza que esta parece formar parte de su cuerpo. La silla debe ser ligera, que gire rápido. El esfuerzo, cuenta, "es más mental que físico, pero acabas sintiéndote cómodo, en la pista no piensas si vas o no en silla de ruedas".
Lafuerza desplegada con las sillas compensa las limitaciones de su lenguaje corporal, permitiéndoles así expresar su concepción de la danza y su amor por este arte. "La técnica viene a ser la misma, -explica Amorós- solamente hay que ajustar la coreografía, los giros y los movimientos a la silla".
Comenzó como voluntaria de un congreso en Santa Elena. Después de hacer una actuación, hizo amistadcon Natalia Maiztegui, que le ofreció dar clases de baile junto a ella. Sin saber técnicas, comenzó. “Nos metimos en Internet y vimos que había una precursora”, explica. Fue así como le despertó el tema, viendo como disfrutaban sus alumnos. “Pensé que a esta gente había que darle lo que se merece”, agrega la profesional.
Una bailarina y coreógrafa noruega sufrió un accidente y quedo parapléjica.Con la ayuda de una amiga fisioterapeuta creó una nueva modalidad de representación en silla de ruedas que unía efectos terapéuticos y el lado más artístico del baile. En España, la pionera en esta disciplina es la profesora Amorós. En algunos países nórdicos llevan alrededor de veinte años practicando este tipo de baile. En septiembre de 1999 se aceptó como deporte de invierno y ya figura comonovedad en las Paraolimpiadas. “Ahora ofrecemos clases en Navarra y Gipuzkoa, pero estamos abiertos a todo porque creemos que hay muchas personas por beneficiarse de este baile, que se merecen también una mejor calidad de vida”, explica. Tienen un total de 160 alumnos, pero hay mucha gente en lista de espera, por eso, están formando a personas de otras comunidades como Cataluña, Asturias y CastillaLeón “para que aprendan estas técnicas y puedan ser llevadas al mayor número de gente posible”, agrega la coreógrafa.
“Con estos bailes se logra que las personas discapacitadas realicen una actividad de recreo y de distracción y, al mismo tiempo, mejoren sus capacidades físicas y psíquicas”. La danza les estimula la comunicación y la vitalidad, pues aumenta su alegría y sus ganas de compartir yconvivir con los de su entorno. Las técnicas que se incluyen son dúo, en la que los dos componentes de la pareja bailan en silla de ruedas y combi, un componente de la pareja baila de pie. “De esta forma se pueden aprender estilos diversos, desde el elegante vals, que puede ser el inglés, el vienés, el de los galos, etc, hasta el siempre dinámico y marchoso baile del oeste, pasando por el rock-and- roll, samba, cha- cha- cha, quick- step, jive, tango, paso doble y fox- trot”.

Depende de los gustos, la edad y la situación de cada persona. “Los adolescentes nos piden bailes más modernos con canciones de Operación Triunfo, Upa dance… En el caso de los niños, se mezclan los juegos con la danza e incluso, a veces, participan los padres cantando y bailando. También trabajamos con gente...