Critica conformista de la realidad barranqueña

CRITICA CONFORMISTA DE LA REALIDAD BARRANQUEÑA

Por: Jhorman Cerra Miranda

Es muy normal en nuestro sistema y estilo de vida criticar, nuestra cultura y forma de ser tan folclórica, pintoresca y coloquial, no son más que una muestra de la herencia de nuestras raíces, del retrato y reflejo del producto de nuestra riqueza, esa misma que mueve la economía del país, que genera guerras a nivelmundial y desigualdad en el suelo donde brota, dando como resultado altos porcentajes de pobreza y marginalidad sumiéndonos en un caos total, ya son más de ocho décadas desde los años de 1930 que el petróleo trazo la dinámica del desarrollo de nuestra ciudad, recibiendo todos los beneficios según su población y los que de alguna u otra forma son parte de esta gran empresa de la petroquímica. Peroqué pasa con los sueños no alcanzados de esos otros que al igual de los que buscan el sueño americano vieron en Barrancabermeja una opción de vida para sus familias.

Hoy después de tanto escuchar que la riqueza, esa que se encontraba debajo de nuestro suelo se había agotado, vemos con ilusión y alegría que brota con más fuerza y en cantidades mayores el "oro negro", liquido bituminosoutilizado por nuestros antepasados indígenas para pintar sus cuerpos, sin saber ellos aun que podría cambiar estilos de vidas, costumbres, cultura, y lo que es peor dejarnos sin pensar, es triste detenernos y darnos cuenta que volvemos al pasado, a incurrir en los mismos errores, así es, no pensamos en el mañana, en la falta que nos harán los recursos naturales y en el desorden generado en las zonasurbanas y rurales de nuestro municipio.

Claramente se evidencian las distinción de los tipos de ciudad en nuestro territorio, la ciudad legal y la ilegal, se encuentran definidas las políticas de inequidad, la desigualdad y marginalidad, donde la legitimidad de la gobernabilidad administrativa municipal no es más que una subasta pública en la cual se compra la conciencia de los menos favorecidos,ofreciendo la legalidad de los suelos invadidos por estos grupos de personas necesitadas pero patrocinados por aquellos sentados en el poder.

Por otro lado nuestra mayor riqueza de nuestra ciudad no es el petróleo, son los cuerpos de agua que nos rodean y dan un entorno paisajista envidiable, su ubicación estratégica que la proyecta como sitio de enclave en el Magdalena medio y del país,además los valores y principios de una sociedad con una identidad influenciada en su mayoría por la costa norte de Colombia, todo esto nos hace reflexionar que debemos tomar conciencia de lo que estamos haciendo con nuestro territorio y con nuestro presente, el futuro se ve venir cada vez más incierto para las nuevas generaciones que no dependerán del petróleo, y saltan ciertos cuestionamientos:¿Qué hacer con el crecimiento desarticulado de nuestra ciudad tanto física y demográficamente reflejando la limitación al funcionamiento eficiente de las instituciones municipales?

¿Carecemos de líderes con visión clara, compromiso con su cuidad, con capacidad de gobernar y administrar equitativa y eficientemente para proyectar el desarrollo hacia otros puntos sin depender del petróleo?

¿Seráque seguimos esperando que el paternalismo de Ecopetrol resuelva nuestros problemas a su manera destruyendo nuestra verdadera riqueza?

Todos nuestros cuestionamientos provienen de nuestros problemas que requieren de una planificación para su solución y esta a su vez debe ser pensada, y entonces [1] “¿Qué significa pensar? En primer lugar, una desviación de los valores prescritos, de los finespreestablecidos [...] El pensamiento comienza allí, en ese ángulo oscuro en que se enfrenta y traspasa, la frontera del no-saber [...] Toda cuestión política ‘voluntarista’ choca contra ese límite: ¿Cómo cambiar la vida, cómo lograr la comunidad de los hombres libres, como crear una Nueva Tierra, si en el fondo, seguimos pensando del mismo modo, es decir si todavía no pensamos?”

Entonces si...