Día de muertos

CARTA DE UN MUERTO

Queridos vivos:
Les tengo que decir algunas verdades sobre el día de muertos. No pretendo que se ofendan, ni que piensen que no apreciamos todo lo que hacen por nosotros. Perohay cosas que, de verdad, tendrían que estar en nuestro lugar para darse cuenta.
Por ejemplo, acabo de llegar y otra vez, como cada año, la ciudad es un caos, parecen estar vueltos locos, varadosen el tráfico, gritándose unos a otros, las filas de los supermercados interminables, con caras serias pero carritos de llenos de comida, velas y papeles de colores. Celebran un día y no lo disfruta.En realidad, ustedes los vivos, parecen nunca disfrutar nada. Siempre estresados, preocupados, molestos o tristes, nunca realmente felices o conformes con algo. Aunque, claro que, viviendo en el mundocomo está no se les puede pedir mucho. Y tampoco los juzgo, alguna vez estuve vivo y era igual que todos ustedes. Siempre a la defensiva ante la vida, preocupándome sólo por mí y viviendo solo porvivir.
Algunos altares de verdad me sorprenden, son gloriosos, muy elaborados, llenos de comida de todo tipo, dulces, velas y banderas de papel picado. Muy bonitos, pero, me entristece mucho quehabiendo tanta gente con hambre, nos pongan un mangar. A nosotros, que no podemos dar ni un bocado. Que no podemos, ni necesitamos. Hay otros, en cambio, que son muy modestos, una simple mesita con unavela, dos que tres dulces y un vaso de agua. Para nosotros los dos son igual de hermosos, y los dos los agradecemos, pero piensen un poco en el tema de la comida. Muchos de nosotros estamos aquí porquevivos, no teníamos un simple bocado de pan que llevarnos a la boca.
¿A caso no se dan cuenta que todo esto es efímero? Sólo venimos una noche al año y queremos verlos felices, unidos y sin problemas.De verdad que les agradecemos toda esta atención, pero, estamos muertos. Deberían canalizar toda esa energía en ayudarse mutuamente, darle toda esa comida a la gente que lo necesita, decorar sus...