Deco

Son artistas y navarros. Con brocha, cincel, materiales reciclados y cámaras fotográficas son capaces de convertir su día a día y su mentalidad, en una manera distinta de ver el mundo actual. En épocas de difícil coyuntura económica, tienen claro que su “droga” prevalece a cualquier tipo de crisis. Aunque han intentado llegar a final de mes mediante otras vías, siempre ha sido su trabajo elescape y suspiro final de cada una de esas veinticuatro horas.
Paco Polán, Pedro Salaverri, Mari Carmen García y Alicia Otaegui son cuatro pares de ojos que ven en el arte una manera de huir de lo cotidiano, de enfocar Navarra y su naturaleza desde un punto de vista diferente. Dentro de sus estudios, están sus ideas. Fuera, en la calle, encuentran sus retratos. En un papel en blanco o en una miradadistinta, descubren sus inquietudes. Experiencias que demuestran que, la simple ojeada a un cuadro, puede ser la mirada que le falta a la Comunidad foral para “salir de los problemas”.
Alicia Otaegui vive dedicada a su obra. Todavía recuerda aquella primera exposición en el 97, que fue la que le provocó esas ganas “sobrenaturales” de darse el gusto de emplear su tiempo en su pasión. Para ella,desde los doce años, siempre ha existido un especial gusto por “expresarse” a través del arte. “Recuerdo cuando iba a natación de pequeñita y me entraban ganas de hacer cosas con los bañadores de mis compañeras. Moldearlos o darles la vuelta para que significasen cosas”, recuerda entre risas. Su necesidad de, además de esa expresión, llegar a utilizar el reciclaje como medio surge “casi a la vez”. Ensus pensamientos, siempre está grabado su gran referente americano, Armam, a quién le debe la mayor parte de sus ideas. Alicia utiliza los deshechos para construir arte y, además, lo utiliza de manera original. Ha participado en varios concursos locales y, el año pasado, vistió el puente de las Oblatas, en la Rochapea, de este tipo de materiales. “La verdad es que tuvo muchísima repercusión. Es unlugar de tránsito para mucha gente y sorprendió ver los recipientes de la lejía y el detergente colgados de un puente”, admite Otaegui.
Paco Polán, pamplonés de 47 años, siente una frustración dentro de su carrera muy contradictoria con la de la Alicia. Para él, la bohemia es una utopía. Sabe que es su trabajo y tiene que vivir de ello, pero muchas veces, le resulta algo “incompatible”. Aúnasí, reconoce estar “enganchado” al arte y, aunque ha intentado dejarlo, sus ideas se convierten en un ‘¿y si…?’ permanente. “He conseguido cierto estatus, pero eso no es suficiente. Confío en poder, algún día, vivir de esto”, termina muy sonriente.
La crítica personal y constante de Alicia es contra las pocas ayudas que ofrecen las instituciones de la comunidad Foral para con los artistas navarros.“El gran problema es que como no hay salas de exposiciones, el arte no existe. Si no se enseña, no está ahí. En otras comunidades, por ejemplo, esto se cuida mucho más. Nosotros no tenemos esa suerte”, argumenta con gesto más serio. Lo mismo opina Paco Polán, para quién en Navarra se vive una situación “lamentable”. “Nos chuleamos de que somos los mejores en economía española, pero luego, enapoyo al arte, no se hace nada. Muchas veces se apoyan a ciertas mamarrachadas que no son ni arte contemporáneo ni son nada”, reniega Polán.
Mari Carmen García de 68 años pertenece al grupo Gardena, Asociación de Pintores y Escultores Navarros. Para ella también, la situación del arte en Navarra es muy mala. “Hay mucha gente que pinta, pero no hay interés por el arte en sí. Las personas han perdidomucho el interés y antes de comprarse un cuadro, se compran unos zapatos”, dice. Para García la solución es que los organismos públicos den más ayudas.

Para ella, el hecho de utilizar material reciclado tiene grandes ventajas. “Puedes adquirir material inmediatamente y, además, de manera muy barata”, dice mientras recoge cientos de chapas de refrescos sobre la mesa. Va a hacer pulseras con...