Decreto junta local distrito federal

La Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA), mediante un acuerdo firmado el 27 de octubre de 2011, impone 330 nuevos requisitos que nos complican o impiden el ejercicio de e nuestros derechos fundamentales.
En menos de una hora, los representantes de sindicatos, patrones y del gobierno, leyeron, discutieron y aprobaron 44 cuartillas mal redactadas que, bajo el pretexto de acabar convicios del mundo laboral, atacan los derechos de huelga, contratación colectiva y asociación, principalmente.
Pleno con aires de Congreso
La imposición de la JLCA no tiene razón de existir porque ridículamente se faculta para reformar de facto el artículo 123 y los relativos de la LFT. Ni en la Constitución, ni en la LFT existe algún artículo que le permita hacer tales imposiciones; las leyesotorgan esas facultades al Congreso de la Unión y a los Congresos Estatales.
Pretende integrar algunos criterios, jurisprudencias, acciones e imposiciones de hecho, realizados en diferentes tiempos y por diferentes elementos de la “justicia” laboral en contra de los derechos de los trabajadores. Es una avanzada de la reforma laboral, es una cabeza de puente. Un híbrido perverso.

Es un decreto parafortalecer el control de la clase obrera.
En México, la mayoría de los sindicatos se utilizan para controlar a los trabajadores; es decir: el sindicato defiende al patrón de los trabajadores, vende los votos de los obreros en las elecciones al mejor postor y somete a los y las trabajadoras que luchan por cambiar lo establecido.
Durante décadas de lucha, se ha logrado construir sindicatosverdaderos mediante los dos últimos resquicios legales: las demandas de titularidad y los emplazamientos a huelga por firma de contrato. La JLCA con las imposiciones recientes cancela esta posibilidad.

La JLCA actúa con parcialidad. Mientras que para la realización de demandas de titularidad y emplazamientos a huelga por firma de contrato, requiere que se presenten listas de trabajadores firmadasautorizando expresamente la demanda o el emplazamiento, además de la afiliación al sindicato, para aceptar nuevos contratos colectivos sólo necesita documentos que identifiquen tanto a la empresa como al sindicato. En este caso no necesita saber la opinión de los trabajadores, puesto que, a todas luces, esta maniobra está encaminada a fortalecer a los Sindicatos de Protección Patronal.
Lo mismoocurre en el caso de los Reglamentos Interiores de Trabajo, aquí tampoco se manifiesta el deseo de la junta de defender los derechos de trabajadores y tampoco se adjudica la facultad de intervenir u obligar a cambiar normas de los reglamentos que lesionen los derechos de los trabajadores. Además de que en este caso tampoco requiere una autorización expresa de todos los trabajadores que aceptan elreglamento, realizada sin coerción por parte del patrón.

deduce la junta que a partir de las facultades que le otorga la ley y debe verificar requisitospara proteger a los trabajadores. Falaz argumento con el que pretende que imponer formalidades en documentación para trámites puede salvaguardar el bienestar de los trabajadores.
En contra del derecho a constituir organizaciones sin injerenciani presión.
Dentro de la tendencia actual de las autoridades laborales de interferir en la vida sindical, inaugurada por la STPS, se imponen “requisitos” que son en realidad mecanismos que por un lado violentan la autonomía y por otro lado impiden el ejercicio del derecho de asociación.
Para otorgar el registro de un nuevo sindicato, solicitan listas de los trabajadores con datos precisos yfirmas; una convocatoria donde se avise que se va a constituir un nuevo sindicato en un empresa cuyo nombre debe precisarse y una serie de puntos que deben llevar los documentos. Se advierte que se “comprobará” que los trabajadores son activos cotejando con el IMSS. En los hechos, para cuando la JLCA corrobore, los trabajadores estarán despedidos.
Afirma que la autoridad verifica requisitos...