Delitos y Penas

DELITOS Y PENAS
Todo derecho de la pena es tiránico: todo el tipo de autoridad de hombre a hombre que no decline de una necesidad auténtica es tiránica; fundamentado en el derecho soberano a penar un delito. Lo más justo son las penas, las penas son métodos sagrados e inviolables en la seguridad, cuando mayor sea la libertad.
En la sensibilidad humana encontraremos un verdadero derecho soberanoa penar delitos. La política moral debe mostrarse auténtica e indeleble del hombre en el interior del hombre. La ley que se desvíe del camino hallará una resistencia fuerte opuesta que vencerá a la parte, venciendo cualquier movimiento violento y fuerte que se comunique con el cuerpo.
Todo el derecho como la fuerza no son contrarios de su propia libertad, estando la primera como la modificaciónútil al mayor número. Toda pena que tenga más distancia de la necesidad de conservar dicho vínculo es justo en la naturaleza.
Alguna necesidad obliga al hombre a dar parte de su propia libertad, cada hombre solo quiere dar en el público custodia de la mínima cantidad, y lo apropiado a los demás para defenderla, la pequeña parte constituye el derecho penal.
El término justicia de algo real, comopudiera ser una fuerza pública o un ser en existencia, es una forma de engendrar de los hombres en la felicidad de cada hombre. El entender la justicia viene de Dios con una relación de la pena y recompensas de la futura vida que Dios mantiene.
En efecto, del principio es las leyes, estas pueden descartar las penas que corresponden a los delitos. La autoridad no puede negarse sino es ellegislado que presenta a la sociedad. Otra consecuencia es que los miembros permanecen unidos a la sociedad en virtud de un contrato por su naturaleza se obliga a todas partes.
Una tercera consecuencia, de comprobarse la atrocidad de las penas, que es contraria al bien público y a la finalidad de impedir los hechos delictivos. Contrario a la virtud benéfica por la razón que opta por mandar a loshombres alegres, antes que un hato mueve la crueldad, sino que sea la justicia y naturaleza del contrato social.
Hoy no son legisladores, no han recibido de ninguna parte las leyes, pero obedecer la misma, ellos son los que reciben en lugar de la sociedad que la que la representa, por la voluntad de todos, por lo cual se respetan.
Una vez, un monarca de una vieja nación hizo recopilar, formó aquellatradición de opiniones en Europa todavía el nombre de leyes. Quiere regir la vida y la fortuna del nombre deberá estremecer, acentuándose al sistema criminal, presentándose en sus desórdenes a la felicidad pública.
Luego de atravesar por mil errores en la parte más importante para la vida y la libertad, por el agotamiento de sufrir males terminales, se aprende a corregir los desórdenes que lesimposibilitan, mirando verdades más concretas que por ser sencillas salen a las mentes pequeñas de las personas.
La brillantez de este siglo es donde es que muy pocos han escudriñado y paleado la maldad de las penas y el desorden de los procedimientos criminales, conformando la legislación, siendo tan necesaria, desatendida en toda Europa, se pueden contar los que se dirigen hasta los principiosgenerales en post de quitar errores centrados hasta mucho tiempo o tener al menos energía que tengan verdades explícitas muy conocidas.
No obstante, los gritos de los débiles crucificados a la ignorancia implacable; los grandes tormentos, de delitos no comprobados, la miseria y los tenebrosos de la prisión, debían de llegar a la conciencia de los jueces que orientan las expresiones de la mentehumana.
Montesquieu: “Rico de sí mismo y en lo más profundo de sus intenciones en más negro y sencillo y cómplice de la razón, contesta a los perseguidos por la humanidad”.
El comienzo de las penas consiste en las partes mediante los nombres útiles y sólo integrados en sociedad, sofocado de vivir en una situación bélica, sin gozar de una libertad plena.
Quitar una parte de ella para sentirse...