Diario de un inortal

DIARIO DE UN INMORTAL
CAPITULO I
EL NACIMIENTO

“Aquella noche todo se tiñó de rojo, una nueva vida llego a esta tierra… aunque quizás vida, no sea la palabra correcta para lo que nació…”
Era una noche a mediados del mes de mayo, a finales del año 1900, llegue a este mundo entre llanto y pocas expectativas de sobrevivir; los doctores decían que no viviría más de tres meses como máximodebido a la debilidad en mi cuerpo por el hecho de haber nacido unos meses antes del tiempo establecido.
Mis padres me llamaron Charles Edward Bloodwood Bring, nombre poco común pero mi padre lo considero correcto para mí. La familia de mi padre era muy acaudalada y él veía en mí al futuro heredero de toda su riqueza y quien se haría cargo de los negocios familiares.
Para sorpresa de los doctores ypara alivio de mis padres, continué con vida aún más allá de los tres meses que me pronosticaron a duras penas. Y aún más asombroso fue que a los cuatro meses ya caminaba y decía algunas palabras entrecortadas pero que daban mayor indicio de mejora.
El tiempo pasó y el bebé que se suponía debería ya haber muerto se mantenía con vida y aún más fuerte en salud y su desarrollo era más rápidomentalmente que el de cualquier bebé promedio; sin embargo no aparentaba los años que tenía al crecer. Al llegar a la edad para entrar a la escuela aparentaba tener cuatro años cuando realmente ya había cumplido mi sexto año de vida, a esa edad ya había leído todos los libros de la biblioteca escolar y los había memorizado cada uno de ellos; desde los cuentos infantiles, hasta las novelas complejas degrandes escritores de la época. Mi padre había gastado mucho dinero para enviarme a un internado privado donde solo asistían los hijos de las más acaudaladas familias del país.
Mi gusto por el conocimiento me atraía más y más y me volví muy introvertido, no compartía mi conocimiento en el colegio, nunca le tome importancia el hecho de socializar con mis compañeros de curso; me parecían algoridículos y en cierta forma mimados, sentía que no encajaría de ninguna forma con su actitud prepotente y engreída.
Solo asistía al instituto por complacencia a mis padres e inclusive los profesores llegaron a citar infinidades de veces a mis padres por el motivo de que era muy distraído en el aula de clases (cosa que nunca fue cierto, simplemente me aburría escuchar al profesor hablar y explicarcosas que para mí ya eran lo suficientemente claras. Cierto día estando en las clases de idiomas la profesora Eleonor stinkger me pidió que pasase al pizarrón a resolver una tarea que había asignado para entregar dicho día; pase silenciosamente hasta llegar al pizarrón, tomé un trozo de tiza y escribí letra por letra, palabra por palabra todas las respuestas que ella solicitaba, después de haberterminado de resolverlo puse la tiza en el lugar de donde la tomé, me sacudí las manos para quitarme el polvo que me había quedado en los dedos, di media vuelta y me dirigí nuevamente a mi asiento; me senté y noté que todo mundo me observaba sin yo comprender el mas mínimo indicio del ¿Por qué?... todos mostraban una cara de asombro y de embobamiento, inclusive la profesora mostró cierta cara deasombro y curiosidad. Mis padres por otra parte intentaron reprenderme y ponerme condiciones para que yo me desempeñara más en los estudios, sin embargo eso nunca ocurrió; para mí el colegio era un pozo seco que no me brindaba nada que yo ya no supiese, quería salir de ese sitio que solo me estancaba mi sed de conocimiento.
Hasta que cierto día estando a mediados del segundo periodo escolar delaño, llegando al instituto después de unas tediosas vacaciones de medio año que no me resultaron nada fructíferas para mis ideas de aprendizaje independiente, entré al salón y me senté en mi silla habitual. Después de pasados unos minutos de estar leyendo unas líneas de un libro de literatura escuche el ruido estruendoso de la profesora que se acercaba a zancadas al aula de clases, entro y dio...