DIPLOMATURA REGIONAL EN PASTORAL CATEQU TICA

DIPLOMATURA REGIONAL EN PASTORAL CATEQUÉTICA
Celam-Cebitepal
Trabajo evaluativo del módulo:
LA CATEQUESIS EN LA IGLESIA
Profesor: Lic. Carlos Raco
Alumna: Marta Elizabeth Díaz
El libro sugerido como lectura y estudio, “Catequesis Evangelizadora”, de Emilio
Álberich, es muy esclarecedor para comprender los desafíos y propuestas a la catequesis
en estos tiempos nuevos. Sobre todo ayuda a situarse yvalorar, con otra mirada, la
catequesis como ministerio, entendiendo en esta palabra el servicio de toda la Iglesia, y
no la exclusividad de un grupo de personas de buena voluntad, sabiendo, lógicamente
lo necesario e imprescindibles que resultan sus servicios.
Deteniendo la atención en el apartado 4: “La catequesis, acción de la Iglesia”, del
capítulo 6 del libro antes citado, comprendo que loespecífico de cada agente de la
catequesis puede centrarse en lo siguiente:
“La comunidad sigue siendo el sujeto primero y principal de la catequesis”, donde “los
ministros ordenados deben coordinar, estimular y discernir la acción catequética”. “Los
catequistas son encargados de la iniciación sacramental, de los ciclos de formación,
guías de grupos o comunidades. “Los padres de familia son comoprimeros maestros de
la fe dentro de la familia, en cuanto “Iglesia Doméstica”. “Los religiosos y religiosas
que desempeñan un papel especifico en el ejercicio de la acción catequética… llevan a
la catequesis el testimonio de su ser, en la Iglesia y en el mundo”. Y hay que considerar
“aquellos que por Don del Espíritu Santo ejercen un profetismo carismático especial”.
Entre estos agentes, cabedestacar lo importante que significa considerar a la
Comunidad, como la “primera catequista”, para despertar en ella la corresponsabilidad,
ciertamente de colaborar con la catequesis, pero más aun, sentirse todos y cada miembro
implicados, llamados a ser “el mejor texto de la catequesis”, expresión del
Departamento de Catequesis del CELAM.
Esta particular connotación sobre la vida comunitaria nosremite al deseo de Jesús con
sus apóstoles, al deseo de las primeras comunidades cristianas, que inmersas en un
contexto no pocas veces desfavorable, permanecían unidas, firmes en la fe, y
evangelizaban con su testimonio, y por eso hoy seguimos creyendo. ¿Seguirán creyendo
las futuras generaciones? Y esta pregunta no es irrisoria, sino fundamental.
Igualmente significativo es, de hecho, considerar la“función catequética de la
familia”. Hasta hace algunos años, la CA.FA. (Catequesis Familiar) surgía como el
modelo de catequesis, estructurada de tal forma que los padres eran los responsables de
educar a sus hijos en la fe, y se podía colaborar con la transformación de la sociedad,
inclusive, a partir de la familia. Hoy toca reconocer, sin renunciar al valor primordial
que esta posee como educadoraen la fe, que su escenario tiene actores dispersos,
disgregados, desvinculados, que no responden a las exigencias originales de la CA.FA y
que si insistimos con esas exigencias, excluimos muchos hermanos que necesitan el
espacio de la comunidad. Es así, que la propuesta de repensarla teniendo en cuenta estas
realidades anima la esperanza de ponernos al lado de quienes sufren diferentescircunstancias que los alejan de la fe y del compromiso con Cristo; despierta el ser
creativos con la CA.FA. desde la comunidad, camino que ya está en marcha en varios
lugares.
Al ser los ministros ordenados (Obispos, Presbíteros, Diáconos) los que presiden,
coordinan y disciernen la vida eclesial, y por ende, la catequesis, bien se resalta que
deben hacerlo desde una integración con la comunidad. No esextraño, a las múltiples

experiencias eclesiales los cambios de pastores que truncan los caminos andados e
inician nuevamente, de formas distintas, los proyectos pastorales de una comunidad. No
por acaso, se presentan diferentes criterios y modalidades catequéticas dentro de una
misma unidad pastoral. Por suerte, el tiempo presente, por esas mismas circunstancias,
nos dice que debemos realmente...