Discernimiento

| | |acompañamiento formativo |
| | |DISCERNIMIENTO VOCACIONAL[1] |


1. La situación de partida

a) Lo que los jóvenes expresan cuando dicen «tengo vocación».¿Cómo explicas tu vocación?, les pregunto a muchos jóvenes que se acercan a la VC hoy. Sus respuestas, aunque diversas, no expresan discursos hechos, sino sensaciones, experiencias vividas:


– «No sé; yo vivía como cualquiera mi vida, pero me encontré con Jesús y todo cambió; al principio me resistía y hasta quería evadirme, pero su fuerza era impresionante; desde entoncesno soy la misma persona» (experiencia fundante incipiente de Jesús).


– «Me atrae mucho hacer cosas por los demás, experimento alegría, como que la vida se me ensancha, no me imagino reduciéndome, y es tan impresionante ver la situación del mundo... Me llama mucho lo de ser misionero/a, lo de entregarme a los más necesitados» (ideal de vida entregada).


– «Conocí afulanito/a que es fuera de lo corriente: Alegre, entregado/a, cercano/a. Me invitó a ir por la comunidad, a echar una mano. Me sentía genial, siempre encontraba algo especial, tanto, que me entraban ganas de quedarme allí. Me sentí reconocido/a y valioso/a como nunca me había sentido... Me atrae mucho lo de vivir en comunidad» (referencia personal y comunitaria de vinculo).


– Otroslo viven más en nebulosa: «Llevo mucho tiempo en el colegio, comencé muy pequeño/a. Ahora... no estoy seguro/a, me animan a que siga, pero no sé... tampoco tengo motivos para dejarlo, me encuentro bien y a gusto, me siento querido/a, respetado/a, potenciado/a, aunque algunas cosas... no sé, no sé». En estas motivaciones, con matices propios de la edad y de la época, dominan las sensaciones; laimagen de Dios es, para muchos, «Aquel que emociona, alegra, serena, da tranquilidad». Imaginan la entrega como aventura fascinante y espontánea; no se interesan demasiado por el equipaje que llevan (estructura personal, conocimiento e integración de sí), unos/as porque les da vergüenza mostrarlo, otros porque no lo consideran demasiado importante. ¡Les molesta si preguntas sobre ello, no entiendenmuy bien para qué!


b) Las dificultades:
Cuando aparecen los obstáculos


Enseguida empiezan las dificultades. Algunos las viven antes de decidirse, y en todos, con matices distintos, aparecen después. Escucho cosas como éstas:

— «Me dicen que estoy loco/a. Que me han comido el coco. Con la carrera que llevo, ¿voy a ser un ‘don nadie’?»
— «Se meha apagado la ilusión, no siento nada, es como si me estuviera desinflando. Todo se me hace muy ‘cuesta arriba’».
— «Me cuesta mucho renunciar a tantas cosas buenas. ¡No lo entiendo! Lo de elegir no es lo mío. ¿Aguantaré de por vida?»
— «Me estoy confundiendo mucho. Las cosas no son tan sencillas como yo creía. Ya no sé ni quién soy yo, ni quién es Dios, ni nada, lacomunidad...¡qué decepción! No sé en qué apoyarme».
— «Con lo que me estoy esforzando, qué consigo? No sé qué pasa, pero no logro controlar, no me salen las cosas como quiero».
— «¿Qué hago con mi sexualidad? Todo iba bien..., pero me he enamorado y yo no sabía lo que era esto, ¡estoy muy confuso/a! Veo todo lo anterior como un engaño; sólo tengo ganas de salir corriendo».

Ya muchos que somos más mayores, nos pasa algo parecido pero con los guiones existenciales propios de la edad y contexto.


c) Nuestros interrogantes


Ante esta realidad, nos decimos unos a otros: ¿Por qué todo esto? Los jóvenes tardan más en madurar?, ¿es por el ambiente?, ¿las comunidades son estímulo entusiasmante?, ¿falta claridad de lo que significa hoy seguir a Jesús?...