Discurso pedagogico
La historiografía conservadora puso en tela de juicio tanto la historicidad de los principios que orientaron a la educación socialista como la supuesta aceptación de éstos por parte de la sociedad. La reforma fueconsiderada como una medida anticonstitucional e impopular que atentaba contra los sentimientos religiosos de la población mexicana. Los promotores y artífices de la educación socialista eran parte de una minoría que adoptó ideas ajenas a la idiosincrasia nacional con el propósito de perpetuarse en el poder. Sus propuestas educativas no sólo carecían de apoyo social; también iban en contra de lasmejores tradiciones pedagógicas y espirituales de la sociedad.(2)
La historiografía producida durante el ocaso de la década de los setenta y los albores de los ochenta osciló entre las interpretaciones antes descritas. La balanza se inclinó hacia aquellos puntos de vista que destacaban lo exógeno, ambiguo y contradictorio de los señalamientos educativos del gobierno cardenista. El tono de éstos fuetomado como síntoma de la radicalización de las élites políticas, necesitadas de ganar consenso tras la crisis de 1929. Carentes de sustento, las erráticas prescripciones educativas del gobierno federal se diluyeron dentro de una retórica ambigua y contradictoria en la que se confundían diversas corrientes pedagógicas. Esta imprecisión fue decisiva para que la reforma no lograra identidad propia nise tradujera en programas educativos coherentes.(3)
La producción historiográfica más reciente en torno a este tema comparte con su antecesora la tesis de que en la definición de la educación socialista confluyeron diversas vertientes pedagógicas y culturales, algunas de tiempo atrás y otras del momento. Sin embargo, disiente tanto de la valoración negativa que se le ha dado a este hecho comodel poco reconocimiento otorgado a las formaciones de izquierda, con frecuencia calificadas de "gritos demagógicos" o "poses intelectuales".
En su ensayo acerca del cambio ideológico en los programas educativos y los libros de texto durante el período 1921-1940, Mary Kay Vaughan sostiene que, desde el año de 1915, la política educativa tuvo como propósito incorporar a los sectores campesinos a unproyecto nacional de corte modernizador.(4) Detecta dos orientaciones, siempre en tensión, para el logro de tal fin. La primera enfatizó los aspectos disciplinarios y de control social en la educación; la segunda contemplaba a la escuela como un espacio para despertar la conciencia popular y estimular la movilización de las comunidades en favor de las reformas estructurales. Ambas orientacionesrecuperaron los lineamientos de la escuela de la acción como doctrina pedagógica. Si bien durante los años veinte la SEP se adhirió a la primera tendencia, a finales de la década los libros de texto reflejaban el impulso tomado por la vertiente populista, que no sólo describía en los materiales didácticos la vida campesina, sino que planteaba la necesidad de luchar por la reforma agraria. Durante...
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