Docente

Acá venden y comemos peces en vía de extinción
En almacenes y restaurantes locales se encuentran peces amenazados y otros que necesitan talla mínima para su consumo. No existe control.
Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ | Publicado el 23 de marzo de 2014
En cada bocado se va la vida de los meros, un pez en extinción que no se protege.

En almacenes de cadena y pescaderías del Aburrá, así como envarios restaurantes se vende un pez cuya existencia es cada vez más frágil.

Y aunque no está protegido por la legislación colombiana sí está en las listas rojas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y de Colombia.

Pero no es el único amenazado. A nuestras mesas llegan también peces cuya captura no cumple con la talla mínima, afectando su reproducción y futuro.Es el caso de algunos pargos y hasta del cada vez más escaso bagre de la cuenca del Magdalena.

También se vende, aunque en menor cantidad, toyo, el tiburón infantil que sí está protegido por las normas.

Hoy no se sabe cuánto mero se consume. Las estadísticas han sido discontinuas y poco confiables según Juan Manuel Díaz Merlano, gerente regional de Ciencias de la Fundación Marviva Colombia.La situación crítica de la especie, agrega, se deduce de lo que sí está bien documentado en otros países caribeños, por lo cual fue incluido en la lista roja de especies amenazadas de la UICN y de Colombia. 

"El ciclo biológico y sus exigencias alimenticias y de hábitat (desarrollo lento, longevidad, madurez sexual tardía después de sobrepasar por mucha las tallas más frecuentes de captura,dependencia de hábitats estuarinos de manglar en estadios tempranos y de arrecifes de coral como adulto, y baja fecundidad), lo pone en un estado alto de vulnerabilidad".

Pese a la situación, se sigue pescando. "Las capturas en el Pacífico van destinadas principalmente a los mercados y restaurantes tipo "gourmet" de Cali (desde Buenaventura), Medellín (desde Bahía Solano y Nuquí) y Bogotá(Buenaventura, Bahía Solano)".

Un recorrido por varios almacenes de cadena y pescaderías de Medellín confirman que el mero se vende. Y en cartas de restaurantes se mantiene, a diferencia del Wok (Bogotá) que lo retiró hace años para no contribuir a su extinción.

La situación se complica por otras razones: el monitoreo no contempla la especie individual sino agrupada con otros de la familia(chernas y cabrillas), "por lo que es muy difícil saber cuál es la fracción correspondiente al mero propiamente dicho. Por lo tanto, tampoco hay datos de talla de captura para la especie".

Y las estadísticas no disciernen entre pesca legal e ilegal. Peor: "no hay legislación que regule las capturas de mero en Colombia", dice Díaz Merlano.

Este pez, cuenta la bióloga de Marviva Andrea Díaz "es unaespecie ampliamente distribuida. Está en el Atlántico occidental, desde la Florida hasta el sur de Brasil (incluyendo el Caribe), en el Atlántico oriental desde Senegal hasta el Congo y en el Pacífico Oriental se encuentran poblaciones, aunque se cree que se refieren más a la especie hermana del mero guasa (Epinephelus quinquefasciatus )".

Otros 
Si bien no está en extinción, hay un hecho quela mayoría de los comensales desconoce y es una amenaza para el pargo: la talla mínima. Por eso Marviva recomienda otras opciones a la hora de elegir: sierra, bonito, jurel. 

El pargo rojo (Lutjanus peru), el muelón (Lutjanus novemfasciatus) o el pargo lunarejo (Lutjanus guttatus) necesitan al menos 58, 70 y 34 centímetros para alcanzar su madurez sexual y si se consumen pequeños no tendrán laposibilidad de reproducirse. 

Así el llamado pargo platero debe tener cuando menos 35 centímetros. Una talla menor afecta su población.

Hay uno más: el toyo, un tiburón bebé, para el cual existe una reglamentación (resolución 744 de 2012) que prohíbe la captura dirigida a tiburones, rayas y quimeras en el territorio nacional marino costero y se prohíbe en todo el territorio el uso de artes...