Educación para la cultura de paz
En la actualidad son continuos los cambios por los que se ve sometido el universo educativo, uno de estos cambios es la manera de concebir la educación, como unproceso global de la sociedad, transformadora y generadora de nuevos paradigmas.
En este sentido, la educación como instrumento crucial de transformación social, política y cultural de lasociedad, permite que las personas se sitúen activa y críticamente en el mundo, existan en él y lo construyan humanamente, en concordancia con los objetivos de la educación, principalmente, con lo que esobligatorio aprender para el ejercicio de la ciudadanía y, específicamente, sobre cómo este ejercicio, consciente, activo, crítico, colectiva y solidariamente asumido, puede cooperar vigorosamente aedificar una sociedad cada vez más cohesionada y pacífica.
Por consiguiente, es a través del proceso educativo que se puede introducir de forma transcendental los valores, herramientas yconocimientos que constituyen las bases del respeto hacia la paz, los derechos humanos y la democracia, porque la educación es un importante medio para eliminar la sospecha, la ignorancia, los estereotipos, lasimágenes de enemigo y al mismo tiempo, promover los ideales de paz, tolerancia y no violencia, la apreciación mutua entre los individuos, grupos y naciones.
Sin duda que la cultura de paz entendidacomo el concepto síntesis, suma de derechos humanos, democracia, desarme y desarrollo humano sostenible, demanda como respuesta humanizadora de la globalización importantes esfuerzos de los sistemaseducativos hacia la consecución de cuatro contratos sociales mundiales (Grupo de Lisboa, 1995): el contrato de las necesidades básicas destinado a suprimir las desigualdades, el contrato culturaldestinado a promover la tolerancia y el diálogo entre culturas, el contrato de la democracia encaminado hacia un sistema de gobierno mundial; y, el contrato de la Tierra para promover un desarrollo...
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