eDUCACIÓN
CARNERO, Guillermo, “Introducción al siglo XVIII español”, en Carnero, Guillermo, coord., Siglo
XVIII, Madrid, Espasa-Calpe, 1995, 2 vols. (Tomos 6 y 7 de la Historia de la literatura
española, dirigida por V. García de la Concha), I, XIX-LXXVIII.
Introducción al siglo XVIII español
1. Caracterización y cronología
El siglo XVIII es una época decisiva en la historia de la cultura de Occidente. En él vienen a concluir
ideologías, esquemas de organización social, sistemas científicos y tecnológicos de antigüedad
milenaria, y se ponen las bases de lo que, en todos esos ámbitos, va a ser la modernidad, con la
inocencia histórica de una época auroral que aún no ha tenido ocasión de presenciar ‐ése fue un es‐pectáculo reservado a la mezquindad burguesa del siglo siguiente, amargamente denunciada por
Stendhal y agudamente retratada por Balzac‐ la degradación de sus ideales de revolución y progreso.
En términos de historiografía cultural y literaria, el XVIII es una época compleja en su diversidad, y
plantea por ello graves problemas de delimitación y definición, y la necesidad de huir de las
simplificaciones mecanicistas y rutinarias según las cuales el continente cronológico llamado siglo
conviene de por sí a la periodización de los fenómenos culturales, y los períodos seculares son
internamente homogéneos y distinguibles unos de otros por la oposición de rasgos contradictorios.
Frente a un siglo XVII caracterizado como barroco y un XIX como romántico, el XVIII ha recibido
tradicionalmente las etiquetas de racionalista y neoclásico, entendidas como sinónimas y aplicadas a la
descalificación de las letras dieciochescas.
La segunda cuestión atañe a la justa lectura y valoración de la emoción y la sensibilidad en la
literatura del XVIII y al debatido tema del origen dieciochesco del Romanticismo, asunto sobre el que
habremos de volver. En cuanto a la primera, antes de admitir el siglo del calendario como
macroperíodo en términos literarios hemos de preguntamos si ese lapso de tiempo acota efectiva y
distintivamente el ciclo vital de manifestaciones literarias específicas en la cultura española, cuya
cronología no tiene por qué coincidir con la de otras, por muy internacionales que sean la estética y la
cultura del XVIII. Al comparar los reinados casi coincidentes de Carlos II y Luis XIV salta a la vista la
escasa velocidad de la Historia de España en el tránsito entre los siglos XVII Y XVIII, el momento clave al
que se ha asignado la crisis de la conciencia europea precursora de la modernidad (Hazard, 1975). En
términos generales, la iniciación de los fenómenos literarios propiamente dieciochescos debe esperar
al reinado de Fernando VI, siendo el de Felipe V una prolongación del siglo anterior, con pocas excepciones. La más notable, en el ámbito de la estética y la teoría literaria normativa, es la publicación
en 1737 de la primera edición de la Poética de Luzán, obra de primerísima fila entre las de su clase en el
ámbito europeo pero que hasta unos veinticinco años después de su aparición careció del contexto
cultural capaz de concederle el eco y el significado que merecía, y que en su génesis no es ajena a la
formación de su autor fuera de España, aun contando con el conocimiento y estimación que tenía
Luzán de la tradición preceptiva y literaria española. En cuanto a la labor de las Academias, en el
reinado de Felipe V fue, como es sabido, escasa y no siempre digna de sus fines y posterior trayectoria.
Si en números redondos y en cuanto a los principales géneros literarios (poe‐ ...
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