Educacion ambiental
La paradoja. Un relato sobre laverdadera esencia del liderazgo James C. Hunter a presidente de la compañía, pero podemos animarle y ayudarle para que sea el mejor conductor de carretillas elevadoras que puede llegar a ser. —Sé todo lo que puedes ser, eso sí que te suena, verdad Greggy? —se guaseó el pastor—. ¿No es ese el tema de esa canción del anuncio del Ejército que nos va a volver locos a todos? Creo que deberíamoscantársela a Greg. Levantamos la sesión cantando a voz en cuello la canción del ejército mientras desfilábamos por la puerta. CAPÍTULO TRES El modelo El que quiera ser el primero debe antes ser servidor. Si quieres mandar tienes que servir. JESUCRISTO Cuando llegué a la capilla el martes por la mañana, pasaban algunos minutos de las cinco, el profesor estaba sentado esperándome. Me saludó afectuosamente:—Buenos días, John. —Siento llegar tarde —respondí, todavía algo atontado—. Pareces estar despierto y lleno de energía. ¿A qué hora sueles levantarte por la mañana? —A las cuatro menos cuarto, salvo los domingos. Eso me da algún tiempo para centrarme antes del primer oficio.
—Demasiado madrugón para mí —dije sacudiendo la cabeza.
—Bueno, John, dime, ¿qué cosas has aprendido hasta ahora?
—No losé, Simeón. La verdad es que Greg me irrita bastante y me resulta difícil concentrarme. Parece que a todo tiene que ponerle pegas. Supongo que debe de ser cosa de su entrenamiento militar, o algo así. ¿Por qué no le das un toque o le pides que se vaya en vez de dejarle que lo líe todo siempre? —La gente como Greg es una bendición para mis clases. —¿De veras quieres que te vengan tipos como Greg aclase? —pregunté con total incredulidad. —Puedes estar seguro de ello. Mi primer mentor en asuntos empresariales me dio una dura lección sobre la importancia de las opiniones contrarias a las nuestras. Yo era un joven 42
La paradoja. Un relato sobre la verdadera esencia del liderazgo James C. Hunter vicepresidente de una industria de laminados y tenía cierta tendencia a ser el ejemplo más extremodel típico líder «colega». Había otros dos vicepresidentes, de los que todavía me acuerdo con todo detalle, Jay y Kenny, que eran precisamente del tipo totalmente opuesto; pensaban que la gente era perezosa y poco honrada, y que no había forma de hacer los trabajar si no se los andaba azuzando todo el día. . —¿Tipo Greg, no? —No tengo ni idea de lo que Greg piensa, John; lo que sé es que...
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