El Daño Moral

El daño moral contractual y la patrimonialidad de la obligación


M.Sc. Reinerio Rodríguez Corría
Profesor Asistente. Facultad de Derecho

Universidad Central de Las Villas



El resarcimiento del daño moral en sede de responsabilidad contractual



Si bien se acepta que la categoría del daño moral se ha impuesto, no sin esfuerzos, en los casos en que la violación proviene deun acto ilícito, lo que deriva en la responsabilidad extracontractual, debemos acotar que en sede de responsabilidad contractual la vida de esta institución es mucho más corta, e incluso como señala García López, lo reciente de su planteamiento hace que este tema se encuentre huérfano de estudios científicos[1].



Sin embargo este “desinterés”, no puede llevarnos a obviar el estudio delfenómeno, sino todo lo contrario, a profundizar en él. Por otra parte en los últimos tiempos se aprecia una tendencia creciente a la unificación de los regímenes de responsabilidad contractual y extracontractual, pues se parte de reconocer que, si bien es cierto que tienen un origen distinto, hay varios elementos comunes entre ellas, sobre todo, el elemento central de la responsabilidad civil: el daño.Un importante número de autores parte del presupuesto de que, una vez que se acepta la reparación del daño moral en sede de responsabilidad extracontractual, no se aprecia ninguna razón objetiva para no aceptarla en la contractual[2].



Para García López[3], los mismos razonamientos aducidos por la doctrina y la jurisprudencia en orden a la justificación que sirva de apoyo para laadmisión del resarcimiento del daño moral nacido en el campo de la responsabilidad extracontractual mantienen toda su validez y aplicabilidad cuando se actúa dentro del ámbito contractual. Álvarez Vigaray adopta una postura aún más radical y llega a afirmar que “tal vez sea incluso más justo que tenga lugar la indemnización del daño moral contractual, por haber tenido el damnificado el cuidado deefectuar una convención para asegurarse la satisfacción de un interés suyo extrapatrimonial, realizando, en cambio, en la mayoría de los casos, una contraprestación de carácter pecuniario”[4]. Por su parte Cristobal Montés, si bien parte de señalar que no ve fundamento para establecer este orden de prioridad, señala que “lo cierto es que el daño moral puede presentarse lo mismo cuando alguienresulta afectado por el acto ilícito ajeno en el ámbito de la responsabilidad extracontractual como cuando en la esfera de la responsabilidad contractual resulta imposible realizar la prestación debida por hecho imputable al deudor”[5]



Por si existiera alguna duda en relación a qué casos concretos de la vida pueden originar daño moral contractual se exponen numerosos ejemplos citados porautores representativos en este tema. Álvarez Vigaray señala entre otros los siguientes: “El caso del mandatario al cual se le haya dado encargo por los parientes del difunto de renovar el arrendamiento del nicho en el que está enterrado, y, por negligencia en el cumplimiento de este encargo, deja pasar el plazo para la renovación, con lo cual, al ser sacado del nicho, se encuentran los familiares enla imposibilidad de saber dónde están enterrados sus restos; o bien en el supuesto del médico que causa lesiones o cicatrices al paciente, las cuales se podrían fácilmente haber evitado empleando los remedios adecuados, o bien en el caso, que ha sido varias veces referido por la prensa, del cirujano que por descuido, al hacer una operación, deja abandonado dentro del cuerpo del paciente algúnobjeto del instrumental, haciéndose necesaria una nueva operación para su extracción; y también en la hipótesis del transportista que, por conducir sin prudencia, causa en accidente al viajero lesiones e incluso la muerte”[6]. Mazeud-Tunc, analizando varios casos de la jurisprudencia francesa, sin lugar a dudas pionera en el tema del daño moral en general y del contractual en particular, entre...