El desastre del arte

El desastre del arte
Hace un tiempo no muy lejano el MALI presentó una de sus tantas exposiciones con artistas extranjeros invitados para ilustrar su concepto de ‘arte’. Algo querecuerdo es la sensación de mareo y náuseas con la que salí de ese lugar. Eran muchos cuadros enormes con un punto rojo al medio, en seguida se apreciaba una botella de sillao y finalmente dibujoselaborados por niños de 4 años sin ninguna relevancia. Mi concepto de arte fue destruido en esos 10 minutos de recorrido. Es más, hasta pensé en dejar de pintar con óleo y dedicarme avender lienzos con puntos rojos. Me volvería millonaria, quizás.
Los museos están enfermos de exposiciones, faltan colecciones permanentes que aporten conocimientos a la sociedad. Es que lacultura y el arte se han convertido en mercancías destinadas al intercambio de bienes más que al aprendizaje o a la experiencia estética.
La sobre producción de colecciones no siempreaporta demasiado, ya que se convierte en banalidad para ganar interés en el público, el cual no entiende lo que ve, pero se siente parte del espectáculo. Es lamentable que el objetivo de losespacios culturales sea únicamente ganar dinero.
Por eso, el arte es incomprensible. Es un juego y diversión, nada más que eso. Los artistas son quienes establecen lo que es una pieza dearte, como Marcel Duchamp, el “genio”, ya que instaló un inodoro en el centro de una galería, es así como revolucionó los patrones artísticos del occidente. Logrando fama, atención yespectáculo.
Debemos tener los ojos abiertos y distinguir a los artistas de los grandes ilusionistas. Habrá que preguntarnos qué es el arte, qué es lo bello y qué es un embuste, porque ladesaparición de los valores estéticos ocasiona que en este juego valga todo. Tengamos cuidado, no todo lo que vemos es arte, no todo el arte es lo que vemos.
Bárbara Soto Linares
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