El Estudioso
(. Et PR I NCI PIO PERSONALISTA COMO PRJNClPIO DE JUST1CIA POLiTICA:
EL BIEN COMtiN DE LA LJBERTAD
§ Para quien razona a partir de los presupuestos polfticos del pensamiento cl lsico o -en general-para todo aquel q ue comparte su vision humanista del tin de Ia sociedad, es i ndudable que el Estado contemponineo ha su puesto, no obstante susmuchos limites, un paso adelante en Ia actuaci6n del ideal de Ia jus ticia politica. Pero el hecho es que esta forma hist6rica de configuraci6n de las re Jaciones polf ticas atraviesa, como ya sabemos. una profunda crisis. Profunda y. en cie110 sentido, nueva, pues para resol verIa de forma razonable noes posible re currir, como se hizo en el pasado.a una intensificaci6n de Ia presencia del Estado ydel Derecho ni -atin menos-favorecer su retirada amirquica.
Por este motivo, casi todos los estudiosos actuales de Ia sociedad reconocen que es necesario y urgente encontrar un modelo de justicia politica nue'O, que nos pueda servir como paula para constmir una sociedad estatal (o, como sostie nen algunos, post-estatal) en Ia que encuentren soluci6n los graves problemas que afectan al Estadoli beral-social de Derecho,sin perder por ello los indudables Jo
gros politicos que hasta ahora se han obtenido.
0D6nde podemos haJlm• un modelo semejante? La respuesta. para quien acepta las conclusiones hasta aqui establecidas. es palmaria:habra de buscarse en una reinterpretaci6n actualizada del pensamiento etico-polf tico ci> (De regno I. 16). El contenido preci
so de este «obnu• bien>>ha bla sido explicado inmediatamente antes y es.a su vez.
doble: «Dos cosas se requieren pam que un hombre viva una buena existencia: Ia
princi pal, que consiste en que obre de acuerdo con Ia vinud . ya que Ia virt ud es
aquello gracias a Jo cual se vive bien; Ia otnt, secundaria e i nstrumental. consiste
en Ia suticiencia de los bienes corporales cuyo uso es indispensa ble pam una ac
cionvirtuosa» (ibid.)
Dicho mas precisamente con el lenguaje personalista, el principio de solida ridad esta blece que todo ciudadano, ademas de respetar Ia libet1ad de los demas. deberla contribuir positivamente a Ia promocion del buen ejercicio de Ia libet1ad por parte de sus conciudadanos.
i,En que medida debeni dedicarse a este fin? (cuestion distinta. de Ia que mas adelante hablare.es en quemedida puede exigf rsele jurldicamente que Jo haga). En tanto en cuanto se Jo pennitan sus deberes dentro de las com unidades de mnistad o sus obligaciones profesionales, de los que no solo depende m ucho tmis directamen te su bien propio, sino tambien el mismo bien comun de Ia sociedad polftica.
i,Y en que habni de consistir concretamente esta ayuda que el ciudadano, en cuanto tal. debe prestm•alos demas miembros de Ia sociedad polftica? En a bstmc to, el mejor medio pam fomentar el buen ejercicio de Ia libertad por parte de cual quier otra persona consiste en contribuir a su educacion etica. Sin em bargo, las relaciones polfticas ofrecen muy pocas posibilidades de contri buir directamente de esta tm•ea con un mf nimo de eficacia y sin violar con ello el principio del res-
Chalmeta,Gabriel. Etica social. Familia, profesiOn y ciudadanla. Esparia:EUN SA,2004. p 198. http1/site.ebrary.conv'liblulatinasp/Doc'?id=10031298&ppg=193
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LA REALIZ4CJ6N DEL BIEN COMiJN POLiTICO199
peto de Ia libertad. Por eso, lo eticamente oponuno senl servirse princi palmente de las formas de ayuda materiales y culturales, que son igualmente necesarias para hacer posible el buen ejercicio de Ia l i bertad, limitandose en el campo de Ia educaci6n etica a Ia creaci6n de aquellas condiciones poHticas mas ventajosas para que puedan...
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