El giro metafísico escatológico

El giro metafísico escatológico
Más allá del nihilismo postmetafísico interpretacionista

Por Gustavo Flores Quelopana
Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía
Lima, julio 2009

A todos aquellos que no renuncian
a la búsqueda de la verdad
http://www.librosperuanos.com/articulos/gustavo-flores25.html
Ha llegado la hora en que un nuevo paradigma filosófico contrarreste alcontingencionalismo interpretacionista postmoderno. Las condiciones están maduras para oponer al giro nihilista abolicionista de la verdad el giro metafísico escatológico de la verdad. Es un giro porque presenta la validez de los fundamentos ontológicos fuertes; es metafísico al reconocer que las esencias no son producto de la subjetividad representacional y es escatológico porque la especial coyunturahistórica indica que la civilización occidental se enfrenta al final de los tiempos.
La escatología como tema siempre ha estado presente en la filosofía y algunas veces los filósofos han empleado el término. Ella es parte de la teología que se refiere a las cosas últimas: la muerte, el Juicio final, el cielo y el infierno, el fin del mundo y, en general, a lo que ha de venir. Pero la mirada escatológicamira al futuro sin desconocer que en el presente hay verdades escatológicas: la regeneración perfecta del ser, que tendrá su realización completa en el más allá. La fórmula se completa al reconocer que las verdades escatológicas son verdades ontológicas y que el verdadero fundamento del ser es el amor, es decir, Dios. El giro metafísico escatológico es un vuelco Teo-ontológico imbricado con locontingente.
Precisamente en el Sermón de la Montaña y en el Padrenuestro existe un punto central escatológico. Esta es una cuestión muy debatida. Así, Jülicher es identificado con una interpretación de la “escatología inminente”, donde se anuncia la inminencia del Reino de Dios. Bultmann intentó desarrollar este punto de vista desde la filosofía de Heidegger, y Jürgen Moltmann (Teología de laesperanza, Sígueme, Salamanca 1982), utilizando la idea de Ernst Bloch, desarrolló una “teología de la esperanza”. En la misma línea estaban los trabajos exegéticos de Albert Schweitzer. Por su lado, el exégeta inglés Charles H. Dodd (Las parábolas del Reino, Cristiandad, Madrid 1977), rechaza la escatología inminente de los exegetas alemanes y se vincula con la cristología para sostener una“escatología realizada” en la persona de Cristo. Joachim Jeremías (Interpretación de las parábolas, Verbo Divino, 1985), por su parte, defiende un contexto preciso para cada parábola y en consecuencia asume la postura de la “escatología que se realiza”. Al respecto, Benedicto XVI (Jesús de Nazaret, ed. Planeta, 2007, pp. 227-228) considera indispensable conservar la conexión entre cristología y escatología, daen lo esencial la razón a Dodd y a Jeremías, pues, en primer lugar, el Sermón de la Montaña es escatológico y, en segundo lugar, el Reino de Dios se realiza en la venida de Jesús.
Pero el núcleo escatológico del Sermón de la Montaña y del Padrenuestro está íntimamente unido a lo que ya el mundo griego señalaba como verdadero pecado del hombre y su mayor peligro: la hýbris o arroganteautosuficiencia humana. La verdadera amenaza para el hombre es erigirse en divinidad, en un diocesillo terrestre. Justamente la personalidad del hombre postmoderno ha perdido la fe tanto en la razón trascendente e inmanente y se diluye en lo divertido y libertino. El democrático tiene fe en la razón trascendente e inmanente, asume su responsabilidad y se individualiza, el comunista de otrora repudió la razóntrascendente y se quedó con la razón inmanente del Partido, el fascista hizo lo mismo pero para abrazar la inmanencia del Estado o de la Raza, pero ambos licuaban su persona en la colectividad.
En cambio, el postmoderno nihilista celebra el sistema de seguridad más débil aun, rechaza cualquier fundamento fuerte y se individualiza sin responsabilidad alguna. Aquí la verdadera amenaza para...