El lenguaje
El lenguaje humano es un sistema de signos sensibles (palabras o ideogramas) mediante el cual los seres humanos transmitimos mensajes de carácter inmaterial, nos comunicamos e interactuamos. El lenguaje es esencial al hombre, una característica primaria fundamental de su ser. Constituye un medio expresivo de su persona y personalidad. Por medio del lenguaje el hombre se relaciona con los seres infrahumanos, con las otras personas, con Dios mismo; por medio de él expresa quién es, conoce, piensa, ama, educa, canta, lucha, hace negocio, se divierte, ora... Somos seres oyentes y habladores por naturaleza. Hablar es connatural a nosotros, no como una habilidad más entre otras, sino como aquella que se sigue de su ser‐hombre. La capacidad lingüística del ser humano no puede ser explicada en términos de las operaciones mecánicas de un cuerpo material, sino más bien como resultado de una mente inmaterial. La carencia de capacidad lingüística en los animales evidencia su falta de inteligencia. Sólo el hombre, entre los seres visibles, tiene un pensamiento que puede comunicar a otros y sólo él, entre los seres espirituales, es capaz de expresarlos a través de sonidos sensibles.
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El lenguaje no hace presente el objeto, sino su idea, por medio de un signo que lo sustituye. El presupuesto de la comprensión recíproca entre el sujeto que habla y el receptor del mensaje es la común naturaleza humana de alma‐cuerpo. En definitiva, el lenguaje humano tiene una naturaleza sensible‐espiritual (sensible en los sonidos y signos gráficos; espiritual en el significado y en el pensamiento que conllevan), porque es obra del hombre, que es una unidad de cuerpo y alma o, si se prefiere, un espíritu encarnado.
Lenguaje Humano
Sensible
Espiritual
a) El problema: ¿el lenguaje crea el pensamiento o el pensamiento al lenguaje? ¿Hasta qué punto el lenguaje condiciona o determina nuestra percepción de la realidad? ¿Cuál es su valor? Si tiene un valor instrumental, entonces sirve de medio para la formación y expresión del pensamiento. Si, en cambio, tiene un valor que podemos llamar “existencial”, entonces determina y es causa principal del pensamiento humano. La solución a este interrogante determinará nuestro concepto de conocimiento, de hombre y de realidad; contribuirá de modo decisivo a dar un sentido a la vida; decidirá la posibilidad de aceptar o no la fe cristiana, pues ésta presupone que el lenguaje humano es capaz de expresar la realidad divina y trascendente, aunque sea en manera analógica. La importancia de este tema se puede también inferir del hecho de que buena parte de la filosofía contemporánea se reduce a una filosofía de la cultura y del lenguaje. Creo que, en el fondo, sólo podemos tener dos posturas acerca de la relación entre el pensamiento y el lenguaje. La posición que podemos llamar “tradicional” –prevalente en la filosofía clásica, medieval y moderna– según la cual el pensamiento es independiente y anterior a su expresión verbal. El lenguaje, por tanto, sirve como instrumento del pensamiento y está subordinado a él. El pensamiento se conecta directamente con la realidad, mientras que el lenguaje lo hace sólo indirectamente, a través del pensamiento, ...
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