El lugar de la fobia en la constitución de la subjetividad humana

El lugar de la fobia en la constitución de la subjetividad humana
Ensayo
Autor
Jorge Besso

Resumen
Green señala a propósito del objeto fóbico, es decir del objeto fobígeno, que se
encuentra siempre a distancia humana. Señalamiento más que interesante, ya que
esa distancia, en tanto humana, se hace humana por la subjetividad de la
desconsideración de cualquier racionalidad a lo que elpropio sujeto apele. O que
apelen con él, para tratar de aquietar el miedo, o de desdra m a tiza r el peligro,
que, si se lo pudiera mirar bien, es decir objetivamente, de ninguna manera la
araña, la rata o el hermético ascensor, en realidad presenta n, como se sabe,
ningún peligro real. No presentan ningún peligro real, pero sí lo representan, ya
que en este caso la distancia es una distanciainterior, un conflicto en el interior
mismo del aparato, quizás se podría llamar un conflicto en el seno de la
represen tancia, entre la representación de palabra y representación de cosa. Se
trata de una disociación entre la representación de palabra y la representación de
cosa, de forma tal que a pesar de todas las palabras, es decir de todos los
discursos que le son proferidos al sujetofóbico, el mencionado ascensor es como
si quedara sin percepción externa, recubierto por la representación de cosa
configurando una barrera infranqueable para el sujeto, única manera de
preservar los límites entre interior y exterior

“Cuanto

más

se

ha

sufrido,

menos

se

reivindica.
Protestar es una prueba
atravesado
ningún infierno”
(Aveux
Maldito Yo)

de que no se haet

E. M. Ciorán
anathè m es

/

Ese

La distancia humana
Green señala a propósito del objeto fóbico, es decir del objeto fobígeno, que
se encuentra siempre a distancia humana. Señalamiento más que
interesante, ya que esa distancia, en tanto humana, se hace humana, por la
subjetividad de la desconsideración de cualquier racionalidad a la que el
propio sujeto apele. O que apelencon él, para tratar de aquietar el miedo, o
de desdra ma tiz ar el peligro, que, si se lo pudiera mirar bien, es decir
objetivamente, de ninguna manera la araña, o la rata, o el hermético
ascensor, en realidad presentan, como se sabe, ningún peligro real. Apelar a
ese esfuerzo o a esos esfuerzos es perfecta me nte inapelable para el sujeto,
no hay trámite de apelación posible, salvo elanálisis personal si funciona,
pues la razón en ese punto queda desflecada ante la evidencia insoslayable
para el sujeto, para quién, si ve la araña o la rata, entonces la araña o la rata
lo ven. Distancia subjetiva y distancia atribuida, que más que nada como
presencia, como presencia fantas m al, estará siempre a distancia de ser
alcanzado. Ni cerca, ni lejos, en una dimensión bastante especial,la de que
siempre puede aparecer, porque en el fondo siempre está. Lo que lleva al
fóbico, señala Green, a estar siempre alerta, en esa posición de olfatear el
peligro, en lo posible de anticiparse, con el consiguiente riesgo de paranoia
al respecto.
La cuestión de la distancia será una problemática constante para el
individuo, ya que en este punto la “comunicación” entre individuo y sujetoes una comunicación plena de malentendidos. El individuo x sabe como
cualquiera que en realidad el trayecto de 10 pisos que tiene que recorrer el
ascensor no entraña ningún peligro real, al menos ningún peligro inminente,
ya lo ha visto subir y bajar una docena de veces, pero aún así el miedo es
intransigente, el sujeto no ve lo mismo que el individuo ya que en ese punto
el ascensor consigueagrupar tras de sí la fantasm ática que tiene un grado
superior de realidad que la realidad. Triunfa la inquietud sobre la sensatez y
el sujeto hace que el individuo suba los 10 pisos, y mientras el miedo queda
encerrado en el ascensor para alivio del individuo, a pesar de la trepad a, el
sujeto a su turno, queda encerrado en la neurosis. Si a menudo tiene que
subir más de 10 pisos, es...