El otro round; cristian sánchez

Al ver El otro round (1983), de Cristian Sánchez, hay una serie de elementos que saltan a la vista inmediatamente. El autor, nos intenta introducir en su propia visión de un Chile enfermizo, extraño, sucio. Bueno, quizás más que mostrar un Chile de los ochenta, se centra en el chileno de los ochenta y como este vive en una sociedad desprovista de oportunidades.
Expongo lo anterior ya que sivemos la película desde un punto de vista más superficial, nos encontramos con un argumento que nos habla de un boxeador que junto a su entrenador, una pareja que se ve muy chilena por su naturalidad, pierden una pelea y se ven obligados a buscar otras formas de subsistir, lejos del mundo pugilístico. En el camino deambulan en negocios de bicicletas, flores, entre otros. Pero si vamos un poco masallá, vemos como se retrata una sociedad con un sentimiento de violencia siempre latente, personas de extraño actuar, fuera de lugar, puntos que detallaré mas tarde.
Por una parte, tenemos personajes no son actores profesionales y se les nota (Daniel Pérez, Andrés Quintana y Laura Rivas), pero esto le da una estética fresca a la película, y además, dota a los personajes en cuadro de una gracia difícilde definir y que nos habla, profundamente, de un cine hecho desde la carencia, la simplicidad técnica, hecho con lo que se tiene a mano, al alcance, la misma forma que tiene para vivir la sociedad chilena de la época. Es notable, por lo mismo, las dos escenas donde Pérez y Rivas se declaran amor, mientras se despiden para siempre como pareja, pero sin la necesidad mover un pelo, ni presentar unasola expresión que indique un cambio en ellos. La primera, ocurre antes de la pelea que le cambia el destino a nuestro protagonista, y la segunda de estas escenas, él, la va a visitar a su trabajo, un cabaré, lugar donde ella le dice:

Ella: ¿Que haces?
Él: Necesitaba verte.
Ella: ¿Si?, yo también tenía ganas de verte.
Él: Oye, el otro día, ¿te viniste?, ¿por que no volviste?
Ella: No, novolví
Él: ¿Por qué?, ¿porque perdí?
Ella: No, preferí no verte en ese momento.
Él: Lo que me ibas a decir…de los dos…
Ella: Si…pero ya no…
Él: ¿Vamos a seguir?
Ella: Creo que no.
Él: ¿Por qué?, ¿no hay ninguna esperanza?
Ella: No.

Todo esto ocurre sin que en realidad se convierta en una escena emotiva. El hecho de que ella esté a punto de soltar una risa durante toda la conversación, noayuda a esto tampoco. Y si lo cerramos con el beso de despedida, que ella suelta sin mayor reparo, nos confundimos aún más. Esta falta de emoción que proyectan los personajes, de cierta forma, me ayuda a completar un poco más el perfil de los personajes. Teniendo en cuenta la época en que viven y el delicado momento por el que pasaba Chile, donde debió ser difícil mezclarse emocionalmente con elentorno. Me imagino una sociedad llena de personas desconfiadas, mezquinas, asustadas. Bueno, de todas formas esta es una proyección de unos personajes de los cuales poco vamos a conocer a lo largo de la película, pero lo necesario para entender su mundo.
Otro punto mencionado, y que llama la atención, esa sensación de peligro, de violencia que se asoma a cada momento. El punto de mayor tensión eneste sentido, se da en la gasolinera, donde nuestro protagonista llega, junto a una coqueta nana, que conoce unos días antes e invita a salir, a cargar bencina en un auto robado. Aquí intenta pagar con cheques (robados también). Al no permitírselo el vendedor, nuestro protagonista, le ofrece pagárselo otro día. Aquí, comienza una discusión, donde el encargado del local obliga al vendedor adisparar contra el protagonista. Él le quita el arma al vendedor, y le recrimina el haberle disparado. Esta violencia excesiva e incluso el que el “patrón”, haga que su “trabajador” se ensucie las manos por él, hace pensar en La estética de la violencia, de Glauber Rocha. Aquí, Rocha, expone lo siguiente “El comportamiento normal de un hambriento es la violencia, pero la violencia de un hambriento no...